“Tanta crisis, tanta crisis y mira...”

El estado de confianza se ha instalado en el Real Madrid tras derrotar a Melilla, Valladolid, Viktoria Pilsen y Celta, marcar 15 goles y recibir apenas los dos que le endosó una tibia versión del equipo celeste en Balaidos. El alivio es tal que hasta Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales, se anima a desviarse del guion previsto en el palco y cantar las excelencias de la resurrección. “Tuvimos personalidad y carácter. Fuimos un equipo muy solidario”, valoró El Buitre, que, sin embargo, cuando le preguntaron por la continuidad de Santiago Solari al frente del equipo, se paró ...

El estado de confianza se ha instalado en el Real Madrid tras derrotar a Melilla, Valladolid, Viktoria Pilsen y Celta, marcar 15 goles y recibir apenas los dos que le endosó una tibia versión del equipo celeste en Balaidos. El alivio es tal que hasta Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales, se anima a desviarse del guion previsto en el palco y cantar las excelencias de la resurrección. “Tuvimos personalidad y carácter. Fuimos un equipo muy solidario”, valoró El Buitre, que, sin embargo, cuando le preguntaron por la continuidad de Santiago Solari al frente del equipo, se paró como hacía antaño en el área y regateó: “Estamos felices y muy contentos con él. Esa es una buena respuesta”.

Solari suscita unanimidades al menos entre aquellos que toman la palabra en el Real Madrid. El servicio de comunicación del club escogió a los dos futbolistas de rigor para hablar tras el partido, uno de ellos fue Thibaut Courtois, uno de los que por ahora parecen mejor parados por el cambio de entrenador, titular en Champions y en Liga. “El míster tiene nuestro apoyo”, zanjó. Y aludió a la situación balsámica que se ha generado tras el relevo en el banquillo y la llegada de los triunfos. “En el fútbol importa mucho la cabeza y con el cambio estamos mejor, con mucha más confianza”.

“Fue un gran jugador y ahora es un gran entrenador. Vamos a muerte con él”, valoró el lateral Odriozola, que con el argentino ha empezado a ofrecer un nivel excelente. “Las sensaciones y los resultados son muy buenos así que creo que se ha ganado la continuidad”, explicó su compañero Lucas Vázquez. Pero el interesado no quiso entrar en excesivas consideraciones sobre su futuro inmediato. “El club tiene que hacer lo necesario y lo posible para encontrar la mejor solución y lo demás no importa”, deslizó. Y en su papel de mantener un perfil bajo pasó de puntillas sobre su posible mérito en lo sucedido las últimas semanas: “Son los jugadores los que se han sobrepuesto”.

Pero Butragueño sí que valoró un aterrizaje que fue forzoso y ante el que ahora brotan los aplausos mientras el equipo rueda por la pista que lleva hacia la pelea por el campeonato. “Solari llegó en un momento muy particular y el equipo está cada vez mejor. Está, lo muestra la clasificación, a solo cuatro puntos del liderato. “Tanta crisis, tanta crisis y mira…”, ironizó Lucas Vázquez. Tal es el optimismo que aquello que pueda enturbiar la situación se despeja de inmediato, por ejemplo el rol de Isco, que inició el partido en el banquillo, calentó durante unos minutos por la banda de Balaídos y se fue sin pisar el césped. “Es un jugador fantástico”, quiso dejar claro de inicio Solari en cuanto brotó el nombre del malagueño. Y disculpó su nueva suplencia. “Contamos con él. Decidimos un equipo inicial y luego los cambios no fueron decisiones propiciadas por el juego sino por golpes y lesiones”.

“Fueron agresivos”

Y ahí se entra en el otro lunar que opacó la blanca noche viguesa. “Fueron muy agresivos y jugaron al límite del reglamento”, lamentó Solari sobre la actuación del Celta. “Es un juego de hombres”, replicó el técnico local Antonio Mohamed, que se mueve entre la inquina de una grada que no cree en él, lejos de la arcadia que habita Solari, animado para glosar el esfuerzo de sus futbolistas a pesar de los golpes recibidos: “Bale recibió una patada muy dura y tenía muy mal el tobillo en el descanso, pero forzó e hizo un gran partido”.

El parte de bajas es largo. “Nos vamos al parón y a ver si podemos recuperar a la gente”, apuntó Courtois antes de abandonar el estadio. Pero hay trabajo para los servicios médicos del Real Madrid, que en las próximas horas deben valorar el estado de todos los tocados. Casemiro se fue con un esguince en un tobillo, sobre Reguilón se temía una lesión muscular y Nacho tuvo que dejar el campo con problemas en la rodilla derecha. Solari, ese entrenador del que no hace mucho se discutía sobre su capacidad para liderar al Castilla y al que ahora se presenta como la solución del Real Madrid, sabe que en el fútbol a veces es aconsejable manejarse con las luces largas. “Los planes son siempre a poquito. Mañana tenemos el día libre”, aclaró.