Jonny, el defensa para todo

El zaguero del Atlético cedido al Wolverhampton recibe la llamada a la selección por parte de Luis Enrique, el técnico que le había dejado en la suplencia cuando llegó a Vigo

Jonny celebra su gol con el Wolverhampton el pasado fin de semana.Matthew Lewis (Getty Images)

Tras la primera vez que acudió a entrenar con el primer equipo muchos de sus compañeros le miraron con asombro. No se creían que aquel chico en edad juvenil fuese tan complicado de sobrepasar. Alguno más curioso acudió a preguntar a los técnicos de la cantera y le explicaron que se trataba de un zaguero que evolucionaba igual por el lateral diestro que por el zurdo, sin que el rendimiento se resintiese. Y que en ocasiones, pese a superar por poco el metro y setenta de estatura, le alineaban de central por su capacidad para el marcaje y anticipar al rival. “¿Viste qué patazas tiene?”, le cuchic...

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Tras la primera vez que acudió a entrenar con el primer equipo muchos de sus compañeros le miraron con asombro. No se creían que aquel chico en edad juvenil fuese tan complicado de sobrepasar. Alguno más curioso acudió a preguntar a los técnicos de la cantera y le explicaron que se trataba de un zaguero que evolucionaba igual por el lateral diestro que por el zurdo, sin que el rendimiento se resintiese. Y que en ocasiones, pese a superar por poco el metro y setenta de estatura, le alineaban de central por su capacidad para el marcaje y anticipar al rival. “¿Viste qué patazas tiene?”, le cuchicheó uno de los veteranos más observador a otro inquilino de la caseta del Celta. Jonathan Castro Otto (24 años, Vigo) asombró desde el primer día. Por la potencia de su tren inferior, por condiciones, rendimiento, regularidad y naturalidad para comportarse como un experto cuando apenas era un niño. “Tenemos que irle preparando porque es el sustituto natural de Hugo Mallo”, explicó Paco Herrera cuando le llamó por primera vez a una convocatoria del primer equipo. Acababa de cumplir la mayoría de edad. Aquel verano de 2012 se proclamó campeón de Europa sub19 con un equipo en el que también estaban Kepa, Suso o Paco Alcácer, pero en el que los focos apuntaban a Jesé, Deulofeu y Oliver Torres. Al frente estaba Julen Lopetegui.

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Los presagios de Herrera se cumplieron antes de lo previsto. Hugo Mallo cayó lesionado en un partido contra el Real Madrid tras un encontronazo fortuito con Cristiano Ronaldo. Su rodilla izquierda se quebró. El relevo brotó natural. Antes de cumplir los 19 años Jonny se hizo con en el lateral derecho del Celta pese a que el club no tenía muy claro como escribir su nombre en las camisetas. Le serigrafió sobre el dorsal Joni, Jony o Jonny hasta que el jugador decidió zanjar el asunto y homenajear el apellido de origen germano de su madre. Con 21, J. Otto ya había jugado cien partidos de celeste. Con 24 y más de 200 encuentros de bagaje dijo adiós a la entidad a la que llegó en edad infantil. Acababa contrato el próximo mes de junio y el Celta ya sabía que iba a ser complicado renovar ese vínculo, así que atendió una oferta del Atlético de Madrid, que inmediatamente le cedió un año al Wolverhampton tras pagar siete millones de euros que pueden llegar a once si se cumplen una serie de variables. Para entonces ya se había asentado en el lateral izquierdo porque Hugo Mallo regresó y casi resultó imposible conformar un once sin Jonny. Hubo quien lo intentó y atiende al nombre de Luis Enrique Martínez.

“Estoy abierto a que los jugadores me sorprendan”, repite como un mantra el actual seleccionador. Cuando llegó a Vigo, en 2013, lanzó una apuesta, la de reciclar a un fino interior zurdo, Toni Rodríguez, como lateral. Y la sostuvo. Jonny se quedó en el banquillo en doce de las 16 primeras jornadas a las órdenes del técnico asturiano. Luego se convirtió en indiscutible. También Toto Berizzo, sucesor de Luis Enrique en Vigo, sospechó de inicio de un diestro en la zurda. El resultado final fue el mismo: titularidad y rendimiento siempre por encima del notable.

En la Premier no ha precisado adaptación ni suscitado dudas por más que llegase entre alguna sospecha a Wolverhampton porque no todos los seguidores del club entendieron que se prescindiese de Barry Douglas, uno de los héroes del ascenso de la campaña anterior con quince pases de gol desde el lateral izquierdo, por un futbolista cedido. Pero Jonny fue a lo suyo y ya no hay incrédulos. Su nueva afición le jaleó el pasado fin de semana cuando un gol suyo cerró el encuentro contra el Southampton porque no solo es defensa sino que tiene audacia para proyectarse y llegar al área. “Sé que está jugando en la izquierda, pero es diestro”, aclara Luis Enrique, que le ha abierto la puerta de La Roja en una convocatoria en la que están ausentes por lesión Carvajal y Sergi Roberto.

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