“Somos un equipo 10. Tenía que llegar esto”

Laso y la plantilla madridista explican cómo los obstáculos de la temporada les fortalecieron hasta llegar al éxito de la Décima

Felipe Reyes levanta el trofeo rodeado por sus compañeros.ANDREJ ISAKOVIC (AFP)

En el vestuario del Real Madrid en el Stark Arena de Belgrado se respiraba sudor, orgullo y supervivencia. “Decíamos siempre durante el año ‘¡qué más cosas malas pueden ocurrirnos!’, llegamos a jugar sin siete jugadores en diciembre por culpa de las lesiones, pero aquí lo que importa siempre es el equipo, y, cuando la gente en los difíciles momentos da su máximo, llega el premio. Nos hemos desarrollado como grupo, nos hemos hecho muy fuertes y eso nos ha llevado a conquistar la Euroliga”, narró Pablo Laso tras la final. Acababa de ganar su 14º título en siete temporadas al frente del Madrid. A...

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En el vestuario del Real Madrid en el Stark Arena de Belgrado se respiraba sudor, orgullo y supervivencia. “Decíamos siempre durante el año ‘¡qué más cosas malas pueden ocurrirnos!’, llegamos a jugar sin siete jugadores en diciembre por culpa de las lesiones, pero aquí lo que importa siempre es el equipo, y, cuando la gente en los difíciles momentos da su máximo, llega el premio. Nos hemos desarrollado como grupo, nos hemos hecho muy fuertes y eso nos ha llevado a conquistar la Euroliga”, narró Pablo Laso tras la final. Acababa de ganar su 14º título en siete temporadas al frente del Madrid. Acababa de disputar su 20ª final sobre 28 posibles. En siete temporadas ya suma las mismas Copas de Europa que Lolo Sainz y más títulos que en los 25 años anteriores a su llegada. La Décima fue la coronación a un curso de reconstrucción perpetua hasta lograr unos cimientos de campeonato.

“Los obstáculos nos han hecho muy fuertes y hemos llegado a la Final Four en un momento mental increíble. Hemos estado de 10, todos hemos aportado cosas y ser dignos de este escudo. Ganar dos Euroligas y jugar cuatro finales en los últimos seis años tiene un mérito increíble. Antes de venir aquí tenía muy buenas sensaciones. Sabía que esto iba a llegar. Tenía que llegar”, contó el capitán Felipe Reyes interrumpiendo la conversación telefónica con sus hijos y su mujer.

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La noche del 9 de agosto del año pasado, en plenas vacaciones y a unas horas que empezaban a ser intempestivas, el teléfono de Pablo Laso se llenó de whatsapp y llamadas perdidas. Una de esas desasosegadas secuencias que solo se dan cuando ocurre algo muy bueno o muy grave. Fue lo segundo. Sergio Llull se había roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha durante el amistoso España-Bélgica de preparación para el Eurobasket, en Tenerife. “Cuando me enteré me dolió más que cualquier derrota”, confesó hace meses el entrenador madridista. La pérdida del tótem del equipo durante ocho meses y medio fue solo el comienzo de un camino tortuoso. “Lo fácil hubiera sido irme a casa y decir ‘con todas estas bajas no se puede’, pero eso no va con mi carácter. Nunca me vengo abajo por las lesiones y no soy de poner excusas. Estoy orgulloso de mis jugadores, de su entrega y orgullo”, contó Laso.

En ocho meses de competición, 12 de los 17 jugadores de la plantilla pasaron en algún momento del curso por el quirófano o la enfermería, acumulando entre todos un total de 250 partidos de baja. Apenas Carroll, Causeur, Felipe, Yusta y Randle escaparon de la epidemia. Pero a la Final Four llegaron todos sanos salvo Kuzmic. “Tener a todos por fin nos ha dado mucha fuerza y confianza. Hemos demostrado una capacidad de superación individual y colectiva enorme”, explicó el entrenador madridista.

“Perdimos a nuestro jugador más importante, Sergio Llull, pero otros jugadores dieron un paso adelante, como Doncic, Campazzo, Causeur, después me caigo yo, llega Edy [Tavares]. Venían cosas malas y más cosas malas y llegó un momento en el playoff ante el Panathinaikos que pensamos que ya solo podían venir cosas buenas y aquí está”, recalcó Ayón en su emotivo repaso de la temporada.

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“Es mi primera Copa de Europa y estoy muy feliz por eso. Sabía que después de perder la Copa del Rey, Dios tenía preparado algo muy grande para nosotros”, afirmó Tavares en las galerías del pabellón en su estreno como campeón. “Este equipo es una familia, jamás he sentido algo parecido. Es muy difícil ganar una Copa de Europa, así que imagina tener 10”, dijo Thompkins. “La química que tenemos es muy difícil de crear y la logramos desde el primer momento del año. La sensación de todos es de extrema felicidad. Sufrimos mucho, pero somos campeones”, completó Campazzo.

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