Maverick Viñales: “Zarco demuestra que nos hemos equivocado”

En una entrevista tranquila, el español reflexiona sobre por qué lleva un año sin ganar una carrera y cuenta que ha exigido a Yamaha una moto hecha a su medida, no la de Rossi

Maverick Viñales, en su box, junto a un miembro de su equipo.EDDY LEMAISTRE (EFE)

Maverick Viñales (Roses, Girona; 23 años) lleva un año sin ganar una carrera. En 2017 llegó a este circuito Bugatti con la etiqueta de favorito al título pegada en la frente. Ganó. Y de qué manera. Y no lo volvió a hacer más. “Después de Montmeló me costaba confiar en la moto; las carreras eran difíciles de gestionar; cada fin de semana llevábamos la moto de una manera”, recuerda. Admite en esta charla tranquila que está todavía buscando la confianza perdida. “He cambiado. Y tengo paciencia, pero también quiero ganar”, admite. Quiere recuperar la mentalidad ganadora. Y para ello ha exigido a Y...

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Maverick Viñales (Roses, Girona; 23 años) lleva un año sin ganar una carrera. En 2017 llegó a este circuito Bugatti con la etiqueta de favorito al título pegada en la frente. Ganó. Y de qué manera. Y no lo volvió a hacer más. “Después de Montmeló me costaba confiar en la moto; las carreras eran difíciles de gestionar; cada fin de semana llevábamos la moto de una manera”, recuerda. Admite en esta charla tranquila que está todavía buscando la confianza perdida. “He cambiado. Y tengo paciencia, pero también quiero ganar”, admite. Quiere recuperar la mentalidad ganadora. Y para ello ha exigido a Yamaha una moto hecha a su medida, no la de Rossi. Mientras tanto, sobrevive. Como tratará de hacer en Le Mans, donde hoy saldrá (14.00, Movistar MotoGP) desde el octavo puesto de la parrilla. “Esperaba más, por supuesto”.

Pregunta. ¿Yamaha está en crisis?

Respuesta. No. No creo que esté en crisis. Simplemente, creo que se ha perdido el camino, ese que empezamos en 2017. Lo perdimos a mitad de temporada. Y está costando volverlo a encontrar. Parece que aquí, en Le Mans, la moto funciona un poco mejor, pero las mejoras llegarán hacia mitad de temporada.

P. ¿Cuando habla de mejoras a qué se refiere?

R. A la electrónica, sobre todo. Para mí es muy importante. Hasta entonces tendremos que intentar funcionar con lo que tenemos y sacarle el máximo provecho. Esperemos que en los circuitos en los que la moto funciona bien, como Le Mans o Mugello, podamos estar luchando por la victoria. En el resto se hará lo que se pueda hasta que lleguen esos cambios.

Los problemas con la electrónica nos hicieron perder el camino y encontrar problemas donde no los había

P. ¿Qué error ha cometido Yamaha para que el rendimiento de la moto sea tan irregular?

R. Todo proviene de la electrónica, de la obligación de cambiar a una electrónica única, con menos parámetros. Los problemas con la electrónica nos hicieron perder el camino, porque intentamos cambiar el chasis o resolver problemas donde no los había. La falta de agarre o el peor rendimiento cuando hace más calor son consecuencia de la electrónica que tenemos. Hemos dado pasos atrás.

P. ¿Se equivocó en invierno el desarrollo del motor?

R. Al final, todo está relacionado. Dependiendo del chasis que ponías el motor iba mejor o peor, así que creo que ha sido un conjunto de cosas, no solo consecuencia de la elección del motor.

P. Zarco saldrá desde la pole. Lleva su misma moto, pero con un motor de 2016. ¿Molesta que se les recuerde constantemente que él es más competitivo con una Yamaha satélite?

R. No me molesta porque cada vez que he probado la moto de Zarco he podido hacer los mismos tiempos. Yo sé el nivel que tengo, sé dónde estoy. Incluso esos días que acabo el 12º. Sé perfectamente cuando la moto funciona. Por eso no es molesto; simplemente nos demuestra que nos hemos equivocado. Lógicamente, las motos oficiales de Yamaha deberían estar por delante de Zarco. Si va más rápido es señal de que nos hemos perdido. Es un buen punto de referencia.

P. Siguen quejándose de falta de tracción, como el año pasado. ¿Qué hace falta para recuperar la constancia?

R. En Austin fue bien (segundo) porque desde el primer momento me sentí cómodo, así que apenas cambiamos la moto. Y me dediqué a dar muchas vueltas. En Jerez, de entrada, no me encontré bien. A cada sesión salía a la pista con una moto diferente. Y así es muy difícil construir un buen fin de semana. Cuando pruebas tantas cosas es complicado mantener la constancia; y, además, llega un momento en que ya no sabes qué es lo que te va bien. Para volver a hacer que la Yamaha funcione necesito vueltas y más vueltas. Costará, pero poco a poco iremos mejorando.

En Jerez le pedí a Yamaha que me dejara seguir mi línea de trabajo. La fábrica reaccionó muy bien

P. A principios de curso asumió que la pretemporada no le había servido de nada porque Yamaha hizo una moto para Rossi. ¿Es difícil trabajar cuando su compañero es Valentino?

R. Al final, estoy intentando hacer una moto para mí, porque está claro que Valentino y yo pilotamos un poco diferente. Y yo quiero una moto para mi estilo. Después de todos los problemas observados, Yamaha me ha dado un poco de banda ancha para tomar el camino que yo quiero; ese camino en pretemporada era mucho más estrecho. Ahora, Yamaha ha reaccionado y está intentando que las cosas funcionen.

P. ¿No le dejaron tomar sus propias decisiones?

R. No es que no me dejaran, pero al final estás trabajando para una fábrica y esa fábrica intenta construir una moto que pueda servir para los dos pilotos. Pero está claro que yo piloto de forma muy diferente.

P. Fue el primer piloto de la parrilla en renovar. ¿Tuvo dudas?

R. No dudé en renovar. Estoy muy contento en Yamaha. Sé que cuando la moto funciona la combinación que tenemos es para intentar ganar carreras y el campeonato. Eso sí, después de Jerez le pedí a Yamaha que quería seguir mi línea de trabajo. La fábrica reaccionó muy bien. Estoy muy contento. Quiero tener una moto para mi estilo de pilotaje el año que viene. Hay que estar ahí en los buenos y en los malos momentos.

Viñales, en Le Mans.GONZALO FUENTES (REUTERS)

P. Hace un año advertía que en determinados momentos su pilotaje debería parecerse más al de Lorenzo, más fino, para aprovechar el paso por curva. ¿Lo intenta?

R. En Jerez intenté de todo. La llevé de todas las maneras posibles. Y ninguna funcionó. Cada piloto tiene su estilo y lo que tiene que hacer la fábrica es darle la mejor moto para ese pilotaje. Los tiempos cambian y todo tiene que evolucionar; Yamaha tiene que dar un paso al frente, intentar ayudarme y traerme cosas que me permitan ir más rápido.

P. ¿Es difícil renunciar al estilo natural de pilotaje de cada uno?

R. Mucho. Porque vas todo el rato pensando: ‘no hagas esto, así no’. Es muy difícil porque en esas circunstancias no puedes dar el máximo. Aunque ahora mismo es como mejor funciona la moto, así que tengo que continuar haciéndolo.

P. Es muy independiente y toma sus propias decisiones. Cuando después de un inicio fulgurante empezaron a venir mal dadas el año pasado, ¿se sintió solo?

R. Solo, no. Tengo mucha gente alrededor, un buen equipo de gente cercana que me ayuda mucho, porque saben lo competitivo que soy, que me gusta ganar y acabar primero cada día. Saben el estrés que viví y lo frustrado que llegué a estar el año pasado, o incluso en Jerez hace unas semanas. Me apoyan y me ayudan a llegar al próximo fin de semana fresco mentalmente.

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