El Atlético se afila antes de Lyon y acaba con el sueño europeo del Getafe

El equipo de Simeone, que no reservó a sus futbolistas más importantes, se acerca al subcampenato tras imponerse con un gol de Koke. Oblak detiene un penalti

Oblak desvía a córner un remate de cabeza de Ángel.Emilio Naranjo (EFE)

El Atlético viajará a Lyon a la conquista de la Liga Europa con el subcampeonato de Liga a un punto lograrlo y con el bagaje de haber sacado adelante un partido que se antojaba incómodo. Para Simeone, se trataba de tanto de casi certificar el segundo puesto como de afinar a su equipo para su gran cita del año del próximo miércoles. El triunfo es una buena dosis anímica por la complejidad que podía encerrar el choque.

No tiró de suplentes El Cholo y dispuso un once con Costa y Griezmann para atacar al Getafe, un equipo tan duro y pétreo como el Atlético. Instruido a conciencia en la segu...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Atlético viajará a Lyon a la conquista de la Liga Europa con el subcampeonato de Liga a un punto lograrlo y con el bagaje de haber sacado adelante un partido que se antojaba incómodo. Para Simeone, se trataba de tanto de casi certificar el segundo puesto como de afinar a su equipo para su gran cita del año del próximo miércoles. El triunfo es una buena dosis anímica por la complejidad que podía encerrar el choque.

No tiró de suplentes El Cholo y dispuso un once con Costa y Griezmann para atacar al Getafe, un equipo tan duro y pétreo como el Atlético. Instruido a conciencia en la segunda jugada y la conquista de los espacios. Y también en el arte de la falta táctica. De esos estilos tan parentescos salió ganador el equipo de Simeone. Con más aplomo y blindado con el cuatrivote que en ataque se convertía en un rombo. La disposición ofensiva puede apuntar a la final de Lyon, con Thomas como ancla por delante de los centrales, Gabi y Saúl de escoltes y Koke de mediapunta. No tiene Koke capacidad de giro para recibir de espaldas, pero tiene algún que otro recurso para esconder ese déficit. Uno de ellos tocar de primera hacia el lateral. Así se gestó su gol. La apertura a Juanfran generó una combinación con Griezmann, que vio la llegada de Koke al área y este superó a Guaita con un tiro cruzado. El gol y el molde fueron una buena noticia para Simeone, que este curso ha echado mucho de menos la llegada a gol de los jugadores de segunda línea.

Con el 0-1 apenas expuso argumentos el Getafe para igualar el partido. Como aspirante a una plaza en la Liga Europa, se esperaba de salida un equipo más eléctrico y con más combate. La presencia de Jorge Molina en el once para dejar al goleador Ángel en el banquillo auguraba un plan de choque más directo y guerrillero del Getafe que no ejecutó. Vivió muy cómo el Atlético, con Oblak sin ensuciarse los guantes e imponiendo su juego de control. Incluso le dio para ligar otra buena combinación entre Koke y Griezmann que puso a Diego Costa mano a mano con Guaita. Salió perdedor Costa, vencido por la salida argentina de Guaita rodilla en tierra.

Costa, junto a Damián abrieron las hostilidades hacia un partido perrero de mucha entrada tobillera que encendió a unos y a otros. Se manejó mejor el Atlético en ese fútbol guerrillero, en el que tiene todo un doctorado. Nadie juega mejor a que no pase nada en las áreas que el equipo de Simeone. A eso se dedicó con maestría para desazón del Getafe, que no encontró casi nunca la manera de embotellar a su rival o generarle alguna inquietud. Cuando más encontró resquicios fue cuando entró Ángel, más inteligente en los desmarques y en el área que Amath. Fue Ángel el que rascó el penalti, barrido por detrás cuando recibía de espaldas por un exceso de ímpetu de Godín. El lanzamiento fue otra ocasión para corroborar la trascendencia de Oblak en el meritorio segundo puesto que puede certificar su equipo la próxima semana. Fajr jugó al engaño con sus cambios de dirección en la carrerilla para perfilar el golpeo, pero Oblak le cazó la treta y voló a su palo derecho para meter una manopla de museo. Para entonces, Simeone ya había comenzado a repartir minutos pensando en el Marsella. Había mandado al banco a Koke, Costa y Griezmann para meter a Correa, Torres y Gameiro. Los tres le dieron a su entrenador lo que buscaba, la posibilidad de generar contragolpes aprovechando que el Getafe ya solo miraba hacia adelante. Torres fue el que estuvo más cerca del gol, pero se llenó de balón en un remate franco. Al Getafe sólo le quedaron los centros al área y los saques de esquina. En uno de ellos, Oblak rectificó una mala salida con otra buena mano para sacar un globo de cabeza de Ángel. Ahí murió el Getafe y su sueño europeo.

Sobre la firma

Más información

Archivado En