La UEFA abre expediente a Simeone, que se perderá la final de la Europa League si el Atlético se clasifica

El castigo al técnico será de tres partidos como mínimo por los insultos al colegiado y uno más por comunicarse con el banquillo tras la expulsión

Momento en el que el colegiado francés Clément Turpin expulsa a Simeone en presencia de Lucas, su ayudante Germán Burgos y Pedro Pablo, delegado del Atlético. En vídeo, declaraciones de Diego Pablo Simeone, enrenador del Atlético de Madrid.Foto: atlas | Vídeo: Salvio Calabrese

La pérdida de autocontrol en el Emirates Stadium impedirá a Diego Pablo Simeone dirigir al Atlético en la final de la Liga Europa si los rojiblancos eliminan al Arsenal (1-1 en la ida). El técnico argentino tampoco podrá sentarse en el banquillo del Metropolitano en el partido de vuelta del próximo jueves...

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La pérdida de autocontrol en el Emirates Stadium impedirá a Diego Pablo Simeone dirigir al Atlético en la final de la Liga Europa si los rojiblancos eliminan al Arsenal (1-1 en la ida). El técnico argentino tampoco podrá sentarse en el banquillo del Metropolitano en el partido de vuelta del próximo jueves. La UEFA abrió ayer expediente a Simeone por los graves insultos al colegiado francés Clemènt Turpin. El árbitro recogió en el acta la reiteración con la que El Cholo le llamó “hijo de puta”, por lo que le será aplicado el artículo 15.1, que penaliza con una sanción de tres partidos los improperios contra los colegiados. El expediente también incluye la transmisión de instrucciones desde la tribuna a través de un empleado del club y esto supone un partido más de castigo, según el artículo 69 del código disciplinario de UEFA. El conjunto de la sanción puede ascender a cuatro partidos.

Si finalmente se confirma esta suma de encuentros, Simeone también se perdería el primer enfrentamiento de la próxima Liga de Campeones, para la que ya está clasificado el Atlético. Durante los partidos en los que esté sancionado, El Cholo no podrá entrar al vestuario ni dar instrucciones desde las tribunas ni mediante la transmisión de órdenes a empleados del club ni utilizando dispositivos de telefonía móvil o electrónicos.

Este último episodio del Emirates puso de manifiesto otra vez el fuerte temperamento del entrenador del Atlético y sus malos modos cuando en caliente pierde los papeles si considera que él o su equipo están siendo víctimas de decisiones injustas. No es la primera vez que le sucede. En la final de la Champions de 2014 fue expulsado por encararse con Varane al final del encuentro. Aquel incidente le costó un partido de sanción. En la Liga también ha sido expulsado una vez, otra en la Supercopa de España y también en la Copa del Rey. De la competición copera data su último castigo al ser sancionado con tres encuentros por sus protestas al colegiado en el partido de vuelta de los cuartos de final contra el Sevilla disputado el pasado mes de febrero.

El castigo de UEFA puede deparar una dura contienda judicial si el Atlético decide recurrir para intentar que Simeone se siente al menos en el banquillo del estadio Gerland de Lyon si el equipo alcanza la final. El mayor problema al que se enfrentarán los servicios jurídicos del club es el lenguaje agresivo y abusivo empleado por su entrenador. Podrán discutir si la expresión “hijo de puta” se puede considerar un insulto, pero esto solo llevaría reducir en un grado y en un partido la sanción.

La presencia de Simeone en el banquillo del Atlético es una especie de cordón umbilical que le une a sus futbolistas por sus constantes indicaciones y su influencia en el estado anímico del equipo.

Abatido

En la rueda de prensa posterior al encuentro, Simeone trató de justificar su acción y las decisiones del colegiado en la presión y en las altas revoluciones con las que jugadores, entrenadores y árbitros tienen que tomar decisiones durante los partidos. “Los árbitros juegan con las pulsaciones altas, decidió expulsar a Vrsajlko y luego ante la primera protesta mía para también mostrar amarilla a un jugador del Arsenal decidió que tenía que dejar el campo. Soy respetuoso con los árbitros. Esto es fútbol, se equivocan todos, las decisiones son determinantes”, argumentó Simeone en la sala de prensa.

Antes, cuando fue consciente de su expulsión, se observó a un entrenador abatido. En las imágenes de televisión su rostro delataba sensación de culpabilidad por dejar huérfano a su equipo en un partido tan trascendental y con tanto tiempo por disputarse. La pérdida de autocontrol puede dejarle sin una final.

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