El Barça toca primero y abrasa después

El equipo da más pases en el primer tiempo para regatear y chutar en el segundo

Valverde da instrucciones durante el duelo ante el Betis.PACO PUENTES

Los entrenadores rivales lo tienen claro. Solo hay que atender a sus explicaciones tras los encuentros ante el Barcelona para comprender el trabajo de desgaste al que somete el equipo de Valverde, tan asociativo en las primeras partes como afilado tras el entreacto porque de los 81 goles que ha marcado en la temporada, 55 los ha hecho después del intermedio. O, lo que es lo mismo, el 68% de los festejos azulgrana llegaron en los segundos tiempos. El último y más expresivo ejemplo se dio ...

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Los entrenadores rivales lo tienen claro. Solo hay que atender a sus explicaciones tras los encuentros ante el Barcelona para comprender el trabajo de desgaste al que somete el equipo de Valverde, tan asociativo en las primeras partes como afilado tras el entreacto porque de los 81 goles que ha marcado en la temporada, 55 los ha hecho después del intermedio. O, lo que es lo mismo, el 68% de los festejos azulgrana llegaron en los segundos tiempos. El último y más expresivo ejemplo se dio este fin de semana ante el Betis, cuando firmaron las tablas a cero tras 45 minutos y el Barça autografió cinco tantos en la reanudación.

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“Intentábamos que las posesiones del Barça en el primer tiempo no fueran demasiado largas porque te desgastan”, explicó Eder Sarabia, segundo entrenador del Betis; “y cuando han encontrado el primer gol, nos hemos venido un poco abajo”. Algo similar relató Eusebio Sacristán, que logró avanzar a la Real por dos goles para luego encajar cuatro. “En la segunda, no hemos conseguido mantener la intensidad con la que hemos contenido al Barça en su campo durante el primer tiempo”, resolvió. Incluso el entrenador del Espanyol, Quique Sánchez Flores, que logró la semana pasada en la ida de los cuartos de la Copa doblegar al Barça por primera vez en el curso —sin contar con la Supercopa—, admitió su plan: “En la primera parte era un ejercicio de resistencia y en la segunda entró Baptistão porque no iba a estar 90 minutos fresco. Convenía que el desgaste lo hiciera otro tipo de jugador”.

Más allá de los técnicos, los números también explican el cambio de registro en el fútbol del Barça. Resulta que el equipo practica en las primeras mitades un juego más pausado, de posesión, dado que el equipo acumula en la Liga 6.830 pases en los tiempos iniciales por 6.025 en los segundos (un 13% menos de toques tras el entreacto). Pero el arrebato llega tras el entreacto porque pasa de 252 regates a 309 (un 22% más) y de 144 remates a 168 (un 16% más). Y, aunque en la Champions se equilibran los guarismos, lo mismo ocurre en la Copa del Rey, donde reduce los pases de 1.733 a 1.535 (12%) y aumenta los regates de 59 a 69 (16%) y los disparos de 34 a 49 (44%).

Un trabajo de desgaste

Desde el Barcelona señalan varios factores para explicar la fiereza y efectividad del equipo en los segundos actos. “Un factor clave es que los rivales se cansan de correr detrás de la pelota y llegan asfixiados a los finales de los partidos”, cuentan desde las oficinas del Camp Nou; “otro, es la mentalidad de los nuestros, que no saben rendirse”. Eso mismo vino a decir Sarabia: “Son jugadores que han jugado finales de Champions y esa tranquilidad se demuestra en el campo, por lo que parece que físicamente sean superiores”. Aunque desde la ciudad deportiva añaden otro argumento. “El técnico ha demostrado saber corregir al equipo durante los partidos. Parece que tiene una varita mágica”, convienen, sorprendidos por las decisiones a la carrera del entrenador, un valor que admiten han descubierto con el paso de los encuentros.

Eso indican las estadísticas porque el Barcelona ha acabado durante el curso 16 veces los primeros tiempos con empate o derrota y en nueve ha sabido darle la vuelta tras el descanso —Alavés, Getafe, las dos veces ante el Sporting de Portugal, Las Palmas, Villarreal, Madrid, Real y Betis—, en uno (Atlético) logró empatar y en cinco (Celta en Liga y Copa, Valencia, Juventus y Olympiacos) mantuvo el resultado. Así, solo el Espanyol en Copa fue capaz de vencerle con un tanto. “Es un trabajo de demolición hasta el primer gol”, intervienen desde el club; “no se sabe cuándo llegará pero a la que llega, los equipos suelen abrirse y asumir más riesgos y el Barça aprovecha esos espacios”. Y bien que lo hace.

Vermaelen, baja dos semanas; Rafinha, cedido al Inter

Thomas Vermaelen sufre una pequeña rotura fibrilar en el bíceps femoral de la pierna izquierda y estará dos semanas fuera del equipo de Valverde. El belga había jugado 14 partidos, 13 consecutivos, después de un periodo de lesiones continuas desde que llegó del Arsenal. Vermaelen se pasó la primera temporada en blanco (2014-2015), disputó 1.271 minutos el curso siguiente y fue cedido al Roma en 2016-2017 (609 minutos).

Jugador muy fiable, seguro en el pase, Vermaelen ha formado pareja con Piqué por las lesiones de Mascherano y Umtiti. El belga sustituyó a Umtiti, que se rompió ante el Celta, y ha caído cuando se ha recuperado el francés y Mascherano está a punto de incorporarse al fútbol de China.

Mascherano podría despedirse mañana, circunstancia que propiciaría la convocatoria de Yerry Mina para el derbi copero del jueves con el Espanyol. Otra alternativa sería Digne.

La cesión de Rafinha al Inter, por otra parte, se cerró ayer hasta el 30 de junio. El club italiano dispone de una opción de compra por 35 millones, más tres en variables, que deberá confirmar antes de que finalice la temporada. El Inter asume la ficha de Rafinha.

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