Un pragmático Sevilla, sin piedad con el Espanyol

Con goles de Vázquez, Sarabia y Muriel el cuadro andaluz derrota al conjunto blanquiazul en Cornellà

Muriel celebra el tercer gol del Sevilla ante el Espanyol.David Ramos (Getty Images)

El Sevilla se reconoce en el espejo de Montella. Un nuevo traje para el cuadro andaluz, más pragmático, seguro en defensa, vertiginoso en ataque, sin pruritos para entregarle la llave del partido al Espanyol. Un problema para los muchachos de Sánchez Flores, acostumbrados a jugar al juego de los espacios. Con el balón en sus pies, los chicos de Quique perdieron, inexplicablemente, su mejor arma: el remate. Todo lo contrario le pasó al Sevilla, cómodo ...

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El Sevilla se reconoce en el espejo de Montella. Un nuevo traje para el cuadro andaluz, más pragmático, seguro en defensa, vertiginoso en ataque, sin pruritos para entregarle la llave del partido al Espanyol. Un problema para los muchachos de Sánchez Flores, acostumbrados a jugar al juego de los espacios. Con el balón en sus pies, los chicos de Quique perdieron, inexplicablemente, su mejor arma: el remate. Todo lo contrario le pasó al Sevilla, cómodo sin la pelota, sin piedad en el área de Diego López. El Mudo Vázquez, Sarabia y Muriel sellaron la goleada del Sevilla, que se quiere acostumbrar a ganar, ya sea en el Wanda o en el RCDE Stadium.

Llegaban con la ilusión por las nubes el Sevilla y el Espanyol a Cornellà. Los chicos de Quique tenían en la retina su victoria ante el Barça por la Copa; los de Montella, su trabajado triunfo ante el Atlético. Montella no quiso cambiar nada. Ni pensó en las baterías de sus muchachos y mandó al campo a los mismos once que vencieron al Atléti. Aunque fue más comedido, Sánchez Flores también buscaba aprovechar el momento derbi. Y los dos héroes del clásico, Melendo y Diego López, habituales suplentes en LaLiga, saltaron al campo. No calculó bien el técnico madrileño, sí el italiano.

Empieza a parlotear italiano el Sevilla. Y, de entrada, le cedió la iniciativa al Espanyol. En su campo, pegado a la pareja de centrales, Banega era el punto de partida del cuadro andaluz. Al argentino le costaba encontrar al Mudo Vázquez y a N´Zonzi, mucho más a Correa, Sarabia y Muriel. Parecía, entonces, que al Espanyol le sentaba bien su nuevo traje, con la pelota en las botas de los muchachos de Quique. Pero los blanquiazules, rematadores por naturaleza, se olvidaron de rematar. Ejemplificado en Gerard Moreno. El ariete le erró al balón en el área chica tras un preciso centro de Dídac y el Espanyol se desfiguró. El control se volvió inocuo, sin sustos para Sergio Rico.

Un Sevilla cuidadoso en defensa, eficaz en ataque, entregado a la calidad de sus puntas, necesitó una sola oportunidad para romper el cero en el marcador. Sarabia le ganó la banda a Dídac Vilà y el balón le quedó a Correa. Anda inspirado el argentino, protagonista en el Wanda, indescifrable para la zaga blanquiazul. El 11 armó un jugadón en una baldosa, pero no pudo con Diego López. En cualquier caso, de poco le sirvió al Espanyol la gran parada del gallego: el rebote se lo adueñó el Mudo Vázquez, 1-0. El Sevilla siguió con su plan, al Espanyol se le extravió el suyo. Los chicos de Quique intentaban tener paciencia con el balón, su problema era, sin embargo, que no tenían precisión. Demasiada ventaja para tipos como Sarabia. El Mudo Vázquez puso a correr al 17, que se aprovechó de la tibieza de los centrales blanquiazules y mandó la pelota a la escuadra.

El momento Melendo le duró un tiempo a Sánchez Flores. Tras el paso por los vestuarios, el técnico blanquiazul agitó el once: Sergio García, Víctor Sánchez y Marc Navarro, por el canterano, Fuego y Javi López. Pero cuando los cambios le daban la razón a Quique, el Espanyol sufrió un dejà-vú. Otro grito atragantado en el área chica. Esta vez, Baptistao. El brasileño mandó a las nubes el balón cuando Sergio Rico ya estaba vencido. Sergio García tuvo la oportunidad de reivindicar a Baptistao. De nuevo, nada. Y el Espanyol se desinfló. Ya sin más ánimos que esperar que el reloj cumpla su ciclo. Y eso que el Sevilla no tenía ninguna intención de cocinar el duelo ni de sellar el marcador. Hasta que se rebeló Muriel. El colombino firmó el tercero, después de olvidarse de hasta tres defensas blanquiazules.

Al Espanyol se le borró rápido la miel de los labios tras su primer triunfo ante el Barcelona en el RCDE Stadium. El Sevilla, en cambio, aprovecha acicate del Wanda para que Montella coseche su primer triunfo en LaLiga.

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