La delantera del Real Madrid se queda sin pólvora

El equipo de Zidane tiene 12 goles menos que el curso pasado a estas alturas; eran los que sumaban Benzema y Cristiano que este año llevan 22 remates y dos dianas

Benzema lucha con Juanfran por un balón.Gonzalo Arroyo Moreno (Getty Images)

En uno de sus ataques de optimismo, Zinedine Zidane se marchó del Wanda Metropolitano convencido de que el Barcelona dejará de puntuar –“no puede hacerlo siempre”- y que el Madrid recortará distancias. Que la Liga no está lejos, ni es una quimera, que sabe que la sensación de todos es que con el empate del derbi se terminaron todas las opciones de conseguirla, pero que él cree que no, porque sus sensaciones son diferentes, son las que le marcan el trabajo diario. Recordó que cuando llegó al b...

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En uno de sus ataques de optimismo, Zinedine Zidane se marchó del Wanda Metropolitano convencido de que el Barcelona dejará de puntuar –“no puede hacerlo siempre”- y que el Madrid recortará distancias. Que la Liga no está lejos, ni es una quimera, que sabe que la sensación de todos es que con el empate del derbi se terminaron todas las opciones de conseguirla, pero que él cree que no, porque sus sensaciones son diferentes, son las que le marcan el trabajo diario. Recordó que cuando llegó al banquillo de Chamartín, en enero de 2016, el equipo estaba a diez puntos del Barça [llegó incluso a estar a 12] y terminó a uno. Era el objetivo a principio de temporada: la plantilla estaba diseñada para abrir un ciclo. En la historia del campeonato, sin embargo, los datos dicen que nunca se han remontado diez puntos por un equipo que acabara terminando campeón.

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Menos aún con una delantera que se ha quedado sin pólvora. El Barça, líder de la clasificación, lleva 33 goles a favor. El Madrid 22. Son 12 menos que el curso pasado a estas alturas de temporada en la que también se jugó el derbi en la jornada 12. El conjunto blanco visitó el Calderón y barrió al Atlético con un contundente 0-3. Los tres, obra de Cristiano Ronaldo. Cuestionado también entonces —venía de un verano sin pretemporada por una lesión de rodilla— parecía que no acababa de arrancar. Pocas semanas antes, en el acto de su renovación, había advertido que Cristiano estaría como siempre y volvería a dar la cara como siempre. Cumplió su promesa en el derbi. Ocho tantos llevaba el portugués la temporada pasada después de la jornada 12; cuatro llevaba Benzema. Los doce tantos menos que tiene el Madrid en este arranque de Liga, son los de su delantera, cegada ante la portería.

No hay pólvora arriba. Gareth Bale, que lleva fuera dos meses y ha disputado cinco partidos de Liga, lleva incluso una diana más que sus compañeros de la BBC. “Esto es fútbol y a veces hay momentos en los que no quiere entrar. Lo bueno de esta noche es que jugamos muy bien. Nos falta el gol, pero llegará, seguro, como llegó el año pasado, hay que estar positivo y nosotros lo somos. Esto cambiará, es que más no puedo decir”, explicaba compungido ayer Zidane.

Los datos son preocupantes. Benzema se marchó del Wanda sin haber rematado siquiera. En la casilla de sus datos del derbi hay 46 toques de balón, 26 pases buenos, dos recuperaciones, 13 pérdidas, dos regates conseguidos de cuatro intentados, ninguna falta cometida y una recibida. Pese a todo, el técnico francés insistió con él hasta el minuto 75. Fue su primer cambio (el de Ramos en el descanso fue obligado por la lesión del central). Siete remates a puerta (18 en total) lleva el delantero francés en los ocho encuentros de Liga que ha disputado. Es decir un disparo a puerta cada 79 minutos. Un bagaje pobre para un delantero, incluso para un delantero al que Zidane dice que le pide más cosas además del gol y del que dice que aporta más cosas además de goles. A día de hoy, sólo transmite apatía. Asensio e Isco han rematado más que él, 12 y 11 respectivamente, y Kroos lleva los mismos disparos que él. El técnico, que siempre ha defendido a Benzema contra viento y marea, lo ha cambiado en tres partidos de Liga.

Cristiano, por su parte, fue el que más remató en el Wanda, (siete disparos, tantos como los de todo el Atlético). Llegó a preocupar a Oblak, sin embargo, sólo en los lanzamientos de falta. Se quejaba el otro día el portugués (pichichi de la Champions, por cierto) en una entrevista en L’Equipe de que le miran cómo una máquina de hacer goles y que sólo se le juzga por el hecho de marcar, que a veces, dice, no es lo más importante. A un delantero se le pide eso. Y más a él que lleva más dianas (414) que partidos (408) con la camiseta del Madrid. 15 remates a puerta (55 totales) lleva en los ocho encuentros de Liga disputados hasta ahora, uno cada 48 minutos. Sólo ha entrado uno.

El punta suplente, Borja Mayoral, lleva las mismas dianas (una) que ellos en 108 minutos de Liga. Los que Zidane le ha concedido. En lo que va de temporada, se ha quedado fuera de ocho convocatorias (cuatro en Liga).

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