Marc Márquez: “Este campeonato solo lo puedo perder yo”

Dovizioso cree que puede ser competitivo en Valencia y contará con la ayuda de Lorenzo, que hará “todo lo posible” para que gane

Marc Márquez y Andrea Dovizioso, en el circuito de Cheste.MANUEL BRUQUE (EFE)

Dice Marc Márquez, 24 años, cinco títulos mundiales, el campeonato en juego en una carrera que lo decidirá todo, que tiene unas ganas locas de subirse a la moto. Y suena a tópico. Pero no lo es. Desde que volvió de Malasia no ha tocado moto alguna, raro en él, que el día que no hace motocross, se mete en una pista de dirt track o, como mínimo, sale a sumar kilómetros con la bici de montaña. La última semana y media apenas ha hecho trabajo de gimnasio y cardio, sin ruedas y manillares...

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Dice Marc Márquez, 24 años, cinco títulos mundiales, el campeonato en juego en una carrera que lo decidirá todo, que tiene unas ganas locas de subirse a la moto. Y suena a tópico. Pero no lo es. Desde que volvió de Malasia no ha tocado moto alguna, raro en él, que el día que no hace motocross, se mete en una pista de dirt track o, como mínimo, sale a sumar kilómetros con la bici de montaña. La última semana y media apenas ha hecho trabajo de gimnasio y cardio, sin ruedas y manillares de por medio, “para evitar riesgos, que si pasaba algo me mataban”, desliza, entre risas. Tiene 21 puntos más que Andrea Dovizioso y ambos –reunidos ayer ante una nube de fotógrafos y cámaras, relajados, conversadores– quieren ser el campeón de MotoGP del 2017. Al español le bastará con terminar la carrera en el 11º puesto. El italiano tendría que ganar y esperar el fallo. Parece fácil, pero el piloto de Honda no quiere dejarse llevar por esas sensaciones.

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“Estaba estos días en el pueblo, en Cervera, y todos me decían ‘es fácil, ya lo tienes’, pero no es así. Claro que prefiero estar en mi posición que en la de Dovi, además no es la primera vez que peleo por el campeonato aquí, en Valencia”, concede. Siente que es un fin de semana especial, pero esa experiencia previa (ganó los títulos de 125cc del 2010 y el primero de MotoGP, en 2013, en la última carrera) le ayuda a gestionar la presión: “Sabes que si te pones nervioso ya hoy, al domingo llegas extasiado, sin fuerzas”. Y por eso cree que lo mejor es no cambiar las rutinas. “La mejor manera de sobrellevar la presión es seguir con la normalidad, con las entrevistas, con los mismos eventos…, hay gente que cuando se juega un Mundial no quiere salir de su motorhome, prefiere estar encerrado. Pero, al final, esto te crea una situación de anormalidad. Tienes que seguir igual que siempre”.

Lo mismo opina de su trabajo en la pista. No cederá ni un centímetro. Al menos, no hasta la prueba definitiva del domingo, para cuando todavía no ha decidido qué tipo de carrera debe hacer. Si bien, tiene claro que no renunciará a su carta de presentación: “No saldré a hacer el décimo o el 11º. No quiero relajarme ni bajar un punto la tensión. Quiero afrontar el fin de semana fiel a mi estilo, intentando buscar el límite en los entrenos y también la mejor puesta a punto para el domingo. Luego, ya veremos”. Aunque matiza: “Soy muy consciente de que es mucho más importante un campeonato que una carrera en sí”.

Márquez sabe que la vida, y las carreras, son caprichosas. Y también lo sabe Dovizioso, que depende de una carambola poco probable, pero no imposible. “Quizá lo más difícil sea nuestra victoria en este circuito, que tiene un carácter que no es fácil para nuestra moto, aunque el año pasado no estábamos tan lejos [terminó cuarto, Iannone fue tercero con la Ducati] y este hemos visto que podemos ser competitivos en pistas en que no lo éramos. En cambio, Márquez, que sabe gestionar muy bien estas situaciones, cuando ve que puede conseguir algo siempre lo intenta y ahí podría cometer un error”, señalaba el italiano, 31 años, un título mundial, el campeonato en juego en una última carrera que lo decidirá todo.

El piloto de Ducati se pone un 9,5 de nota

N. T., Cheste

“Nadie esperaba lo que hemos conseguido”, declaró Andrea Dovizioso a su llegada al Ricardo Tormo de Cheste. Dice sentirse orgulloso del trabajo realizado por la fábrica de Borgo Panigale y por su equipo. Por eso, afirma, no siente mucha presión estos días. El trabajo que tenía que hacer ya lo ha hecho. Y, preguntado al respecto, se pone un 9,5 de nota media este curso, independientemente de cómo termine el año y quién se ponga la corona el domingo por la tarde.

Sin embargo, el líder del Mundial, a quien también se le pidió que se pusiera una nota, solicitó hacerlo en unos días. “De momento, me pongo un 6 en la primera parte del año, un 9 en la segunda”, dijo. Aspira al 10.

Para lograr su objetivo, el de Forli tendrá de su lado, otra vez, a su compañero de equipo Jorge Lorenzo, que dijo estar siempre dispuesto a ayudar a la fábrica para la que trabaja. “Haré todo lo que esté en mi mano para ayudar a que Dovi y Ducati sean campeones del mundo. Soy consciente de la importancia del título de pilotos para la marca y sería fantástico que se consiguiese. Si puedo aspirar a ganar la carrera [ganó, con Yamaha, los últimos dos grandes premios en el Ricardo Tormo], Dovi está cerca y Márquez tiene problemas, tendré que estar muy atento a la pizarra, a la pantalla de la moto o a lo que sea”, declaró, en referencia a los posibles mensajes de su equipo.

No extrañan pues las palabras de Dovizioso: “Estoy muy tranquilo. No tengo nada que perder. Y, aunque tiene una gran ventaja, Márquez tiene más presión que yo. Solo él puede fallar”. Asiente Márquez. “Lo dije en Malasia, y es obvio: este campeonato solo lo puedo perder yo y lo podría ganar él. El que va delante, con 21 puntos, es el que tiene que gestionar la ventaja. Con un fallo podría ganar el otro. Dovi es el que tiene que arriesgar y solo tiene una estrategia: ganar la carrera y esperar. Yo intentaré hacer un buen domingo y acabar la carrera. La suerte que tengo es que dependo de mí mismo”.

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