Sampaoli llama a la rebelión

Jorge Sampaoli, un entrenador argentino sin historia como futbolista, exjuez de paz y cajero de banco, que comenzó a labrarse fama cuando salió campeón con el Belgrano de Arequito en la Liga de Casilda, en su pueblo, puede convertirse en el hombre que cambie la historia del fútbol. El seleccionador de Chile, de 54 años, pasaría desapercibido en una multitud. Es un hombre pequeño, calvo, de ojos brillantes y mirada perdida. Dicen que de vez en cuando se arrebata y se convierte en un tipo temible capaz de aterrar a sus futbolistas. Pero no fue esa imagen la que ofreció ayer cuando se presentó en...

Jorge Sampaoli, un entrenador argentino sin historia como futbolista, exjuez de paz y cajero de banco, que comenzó a labrarse fama cuando salió campeón con el Belgrano de Arequito en la Liga de Casilda, en su pueblo, puede convertirse en el hombre que cambie la historia del fútbol. El seleccionador de Chile, de 54 años, pasaría desapercibido en una multitud. Es un hombre pequeño, calvo, de ojos brillantes y mirada perdida. Dicen que de vez en cuando se arrebata y se convierte en un tipo temible capaz de aterrar a sus futbolistas. Pero no fue esa imagen la que ofreció ayer cuando se presentó en el Mineirão para anunciar quedamente que Brasil sufrirá para conservar su presencia en el campeonato que organiza.

"El equipo está preparado", dijo, firme, empleando un lenguaje críptico, como si anunciara el futuro. "Está preparado, no para asegurar el resultado sino para garantizar la búsqueda. Soñé con un grupo de jugadores que dejaba todo en el campo y hacía un partido histórico sobreponiéndose a todas las adversidades imaginables".

"El equipo está preparado", dijo, firme, empleando un lenguaje críptico, como si anunciara el futuro

Sampaoli anunció lo que muy pocos en la prensa brasileña reconocen y critican: que Brasil saldrá a esperar y contragolpear frente a un adversario inferior en talento y en recursos. "Imagino", dijo el técnico, "que Brasil hará un partido buscando más los espacios que la tenencia del balón. El juego que propone este Brasil es diferente a lo que nos tenía acostumbrados. No se parece a lo que hicieron otras selecciones en la historia del fútbol brasileño, por las características de los jugadores que posee. Busca transiciones muy rápidas, incluso con pases de los centrales a los puntas. Por eso debemos poner un extremado cuidado en las pérdidas de balón".

"La rebeldía y la valentía van a tener mucho que ver", prosiguió el técnico, "porque si uno no se rebela ante un adversario que tiene todo el estadio a favor, el país respaldándole, y la responsabilidad de estar a la altura de su historia, el resultado está claro. En este grupo, la característica a profundizar es la rebeldía".