El apagón del 10

La última versión de Messi en el Barça evoca al jugador incomprendido antes en Argentina

Messi coge el balón antes de tirar un penalty durante el partido contra el Valencia. Albert Gea (Reuters)

Primero con Pep Guardiola y después con Tito Vilanova, en los momentos en los que el juego del Barcelona se tornaba retórico, siempre estaba Leo Messi para romper la monotonía. El 10 acudía al rescate del equipo. Siempre cerca del aérea, al acecho; con la pelota atada al pie y la portería incrustada en la mirada. El fútbol del Barcelona se recreaba y la estrella argentina devoraba todos los récords. Pero ahora, con un equipo más caótico en el...

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Primero con Pep Guardiola y después con Tito Vilanova, en los momentos en los que el juego del Barcelona se tornaba retórico, siempre estaba Leo Messi para romper la monotonía. El 10 acudía al rescate del equipo. Siempre cerca del aérea, al acecho; con la pelota atada al pie y la portería incrustada en la mirada. El fútbol del Barcelona se recreaba y la estrella argentina devoraba todos los récords. Pero ahora, con un equipo más caótico en el juego posicional, el punta anda suelto por el campo, más cerca de la sala de máquinas, lejos del arco.

“Messi se transformó cuando aprendió a manejar los espacios. Ahí creció como futbolista. Pasó de ser un definidor a un asistente”, argumenta César Luis Menotti. “Si retrocede en la cancha, y nosotros tenemos presencia en ataque para que él encuentre la descarga hacia adelante, no me preocupa”, interviene Tata Martino. “En cambio, sí me preocupa cuando damos por descontado que la jugada va a tener continuidad con él y muchos de sus compañeros superan la línea de pase; entonces si se pierde el balón se generan espacios para la transición ofensiva del contrario”.

“Contra el Valencia perdió, peligrosamente, más de una pelota”, opina Ezequiel Fernández Moores, uno de los grandes periodistas argentinos. “En esos momentos es cuando se pone tozudo y arriesga el balón en lugares difíciles. Así fue también su peor momento en la selección argentina. También en los últimos partidos la pelota iba mucho hacia arriba. Y ahí es cuando a Messi le cuesta entrar en juego, necesita estar en contacto con el balón”. El argentino curiosamente pierde cada vez menos balones: 9,6 por partido, por 10,6 la pasada temporada y 13,7 la anterior. El problema es que ahora las pérdidas se producen en zonas más comprometidas para el equipo.

Menotti: “No está tan chispeante, tan picante, quizás descansa más”

“En algún momento de los últimos partidos, el equipo tiró muchos centros. Alves, Alexis, Pedro y Alba centraban. Me da la sensación de que en pocos partidos se tiraron más centros que en todo un año con Guardiola”, afirma Menotti. La estadística dice que los azulgrana ponen 22 centros de media por partido cuando el curso pasado eran 15. “Cuando están bien Xavi, Iniesta, Busquets y Pedro, no hay por qué tirar tantos centros”, rubrica el extécnico.

Y Fernández Moores corrobora: “Está claro que ni Xavi ni Iniesta están tan finos y esto es algo que también puede afectar a Messi”. Y vuelve Menotti: “El equipo tampoco está muy calmo. Lo veo muy acelerado”. “También perdió sorpresa”, agrega el exentrenador del Barcelona y exseleccionador de Argentina. “Cuando un equipo tiene la pelota debe tener calma y se ha perdido, quizás, la continuación del vértigo cuando se tiene la pelota”.

“No es solo que Leo se tire más atrás. No está tan chispeante, tan picante. Puede ser que esté más estático, quizás descansa más de lo que corresponde en un partido”, razona Menotti. Messi toca la pelota 72 veces por partido, mientras que con Vilanova lo hacía 75 y 89 con Guardiola.

No piensa lo mismo Carlos Bilardo, director de las selecciones nacionales en Argentina. “Por lo que veo en la televisión, que siempre es más limitado, lo veo igual que antes. Juega en la misma posición y está en el mismo nivel. Hablamos con él hace poco y nos dijo que se encontraba bien”. Y Messi lo rectificó en una entrevista a la BBC. “Estoy muy bien, lleno de energía y con mucha ilusión. He podido volver a jugar después de mucho tiempo y estoy feliz con mi estado de forma actual”, dijo el 10.

Se vuelve tozudo cuando pierde la pelota y el equipo se excede en los centros

“Quizás lo veo con cierta fatiga mental”, dice Menotti. “Y me da la impresión que es por todo lo que ha pasado: las lesiones, la cantidad de partidos. A veces el asedio está en la cabecita. La fatiga no es solo muscular”.

“Messi está más grande y más estrella”, interviene Fernández Moores. “Su vida pasó a ser algo más que una pelota de fútbol. No solo porque es padre. Todo lo que le ha pasado en los últimos meses… Estornuda y sale en los diarios”. Martino puntualiza: “Cada vez que nos referimos a Messi no tenemos que buscar un titular. Si jugó atrás, si dio asistencias... Qué tal si un par de días lo dejamos tranquilo”.

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“Recordar los titulares de prensa de los partidos de Messi en las escasas tres semanas desde su regreso invitaría a los periodistas a observarnos más a nosotros que a Messi”, acaba Fernández Moores. “Ha pasado de ser un asesino serial con el hambre intacta en su gran vuelta contra el Getafe a un genial pasador y ahora es un apagado. ¿No estaríamos diciendo acaso otra cosa si hubiesen entrado el tiro libre y la fenomenal volea ante la Real? Todo es demasiado categórico. El periodismo es el arte de la simplificación”.

“Hablamos con él hace poco y nos dijo que se encontraba bien”, cuenta Bilardo

La última sesión, sufrida el 10 de noviembre contra el Betis, incidió en su rendimiento. Antes sumaba 14 goles y cinco asistencias en 14 partidos; después, cinco tantos y cinco asistencias en ocho encuentros. Nadie se olvida del Mundial de Brasil, una cita monumental para Messi, dispuesto a ser el nuevo Maradona.

“Tampoco hay que dramatizar, hace un par de partidos que está con mala suerte. El fútbol es un juego y el azar siempre está presente”, cierra Menotti. No asiente su excompañero de trabajo Ángel Cappa: “Leo ha perdido esa pasión y locura por jugar”. Ahora, cuando se ha ganado a la hinchada argentina para la causa después de preguntarse por su éxito en el Barça, es la afición azulgrana la que se pregunta por su extravío en el Camp Nou.

Puyol, baja por una lumbalgia

Carles Puyol, capitán del Barça, no ha viajado hoy a Sevilla debido a una lumbalgia aguda, por lo que su lugar en la lista de convocados lo ocupa el delantero Ibrahim Afellay, ha informado el club.

Puyol es la tercera baja en defensa que presenta el Barcelona, que no podrá contar con los sancionados Mascherano ni Jordi Alba para esta noche (21:00 horas) en el Sánchez Pizjuán. Sin Puyol ni Mascherano en el eje defensivo, la dupla titular que presentará el Barcelona será la compuesta por Gerard Piqué y Marc Bartra.

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