“La madurez no destaca en la personalidad de Howard”

Tras casi dos meses parado por una lesión en el pie, Pau Gasol analiza la actualidad de Los Lakers

Los Ángeles -
Pau Gasol. ARMANDO ARORIZO (EFE)

“Mañana será un gran día. Adivina quién está de vuelta”. Pau Gasol, lesionado en un pie desde el 5 de febrero, tuitea esa frase esperanzadora la pasada madrugada. En consecuencia, es posible que vuelva a vestir la casaca de los Lakers de Los Ángeles esta noche, frente a los Wizzards de Washington. Antes analiza la actualidad de su equipo en conversación con el corresponsal de la agencia efe, y pone el acento en su relación con Mike D’Antoni, el entrenador, con Dwight Howard, el fichaje estrella del e...

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“Mañana será un gran día. Adivina quién está de vuelta”. Pau Gasol, lesionado en un pie desde el 5 de febrero, tuitea esa frase esperanzadora la pasada madrugada. En consecuencia, es posible que vuelva a vestir la casaca de los Lakers de Los Ángeles esta noche, frente a los Wizzards de Washington. Antes analiza la actualidad de su equipo en conversación con el corresponsal de la agencia efe, y pone el acento en su relación con Mike D’Antoni, el entrenador, con Dwight Howard, el fichaje estrella del equipo, con el que aún no mezcla bien en la pintura, y en la buena racha que últimamente mantiene el conjunto angelino (cinco victorias en seis partidos), que ha remontado hasta puestos de playoff (octavo de la Conferencia Este).

“No sé si es la actitud general del equipo, que ha mejorado, que entendemos la urgencia y necesidad de victorias y de nivel de juego en general”, dijo Gasol. “Howard ha contribuido porque se le da bastante protagonismo e importancia, pero él es determinante en la faceta defensiva y eso es lo que tiene que entender por mucho que quiera sobresalir en ataque”, continuó. “No es ese su punto fuerte. Puede hacer grandes partidos ofensivamente, pero ya tenemos suficientes armas en ataque como para que él tenga esa necesidad. Es normal, está acostumbrado a un sistema de juego donde todo pasaba por él y es complicada la transición, pero según lo asimile mejor, estará mejor mentalmente y sobre la cancha”, prosiguió. “Es un chico que siempre está de broma. La madurez no destaca en su personalidad, sino todo lo contrario. Siempre está de bromas continuas y de muy buen humor, cosa que se agradece. Siempre está de cachondeo (…) Supongo que él también tendría su idea y su película de cómo sería su temporada, pero todos hemos tenido que hacer sacrificios y esa iba a ser la clave de nuestro éxito: cuánto íbamos a ser capaces de encajar situaciones individuales por el bien del equipo”.

La lesión de Gasol, de 32 años, pone entre interrogantes su participación en los próximos compromisos de España. Convencido de que los Lakers pueden ganar otro anillo (sería su tercero), el catalán prevé una temporada larga, extenuante y marcada por su relación con D’Antoni, el técnico angelino, que le ha quitado galones, le ha dejado en el banquillo y ha escuchado cómo el español le reclamaba jugar los minutos decisivos.

¿Desde el principio se dio cuenta de que la relación con el entrenador no iba a ser fluida?, le preguntaron. “Desde el principio, no”, contestó Gasol. “Fue más adelante cuando vi ciertos signos y señales que no iban a mi favor y con las que yo no estaba de acuerdo. Es difícil tener a todos contentos y manejar a un equipo con estos jugadores, pero como yo parece que no creo demasiado conflicto pues es más fácil quizás sacrificarme más”, argumentó. “Siempre he intentado ser lo más profesional posible y ayudar. Estoy comprometido y quiero ganar, pero también ha sido difícil en cuanto a lesiones y no he podido estar casi nunca al ciento por ciento. La relación con D'Antoni es normal, buena, positiva, cordial... Él tiene su dificultad en ese papel y, podré estar de acuerdo o no, pero no por ello le voy a criticar ni a crearle un problema porque no es necesario”.

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