Ferrer, en manos de Del Potro

David Ferrer ya no depende de sí mismo para clasificarse para las semifinales de la Copa de Maestros y mantener vivo su sueño de acabar 2012 como número cuatro mundial, desplazando a Rafael Nadal: tras inclinarse el jueves por 4-6 y 6-7 ante Roger Federer, que le ha derrotado en sus 14 duelos, el español necesita vencer al serbio Tipsarevic en el último duelo del Grupo B y que el suizo gane a Juan Martín del Potro, su verdugo hace unas semanas en la final de Basilea. Si el argentino t...

David Ferrer ya no depende de sí mismo para clasificarse para las semifinales de la Copa de Maestros y mantener vivo su sueño de acabar 2012 como número cuatro mundial, desplazando a Rafael Nadal: tras inclinarse el jueves por 4-6 y 6-7 ante Roger Federer, que le ha derrotado en sus 14 duelos, el español necesita vencer al serbio Tipsarevic en el último duelo del Grupo B y que el suizo gane a Juan Martín del Potro, su verdugo hace unas semanas en la final de Basilea. Si el argentino tumba a Federer, ya clasificado, Ferrer se despedirá del torneo porque tendrá en contra la diferencia de sets y afrontará la preparación de la final de la Copa Davis (República Checa-España, 16-18 de noviembre).

“Federer es el mejor de la historia”, justificó Ferrer la impresionante estadística de 0-14 en los duelos particulares. “Puede hacerlo todo. Tiene muchas armas para hacerme daño”, continuó tras ver rota su racha de 11 victorias consecutivas, todas bajo techo y sobre cemento, más que ningún español en la historia. “Ahora tengo que ganar para clasificarme, es mi única oportunidad, y a lo mejor eso tampoco me sirve. Tendré que ser muy consistente, sólido. Esa será la clave”.

En el Grupo A, el serbio Novak Djokovic se metió en semifinales tras derrotar hoy 6-2 y 7-6 al checo Tomas Berdych. El británico Andy Murray consiguió el mismo objetivo tras superar al francés Tsonga con idéntico resultado, 6-2 y 7-6.

“Volvió a verse por qué todos respetamos tanto a Ferrer”, explicó Federer. “Todos sabemos que mentalmente no se va a ir a ninguna parte, que te va a hacer golpear un tiro extra, que es muy duro de ganar y hace los partidos muy físicos”, añadió el suizo antes de analizar su pase a semifinales con la tranquilidad que da tener 31 años y una carrera monumental a las espaldas. “Este es un torneo en el que he aprendido mucho. Nunca se puede dar por hecho que lo vas a jugar. Tienes que trabajar muy duro antes de clasificarte… y me ha encantado competirlo en todos los lugares (Houston, Shanghái y ahora Londres) en los que lo he disputado. En lo más alto del juego, es muy importante ser consistente cada día, que tu concentración no vaya y venga. Con los años, he llegado a ser muy bueno en eso”.