Gigantes sin gigantes

Sergio Scariolo sabía de antemano que la selección de Estados Unidos reúne tantas toneladas de talento y tantas posibilidades tácticas que es muy capaz de convertir un defecto en virtud. De manera que, cuando en el Palau Sant Jordi, LeBron James se fajó con Ibaka y Carmelo Anthony con Pau Gasol y los estadounidenses acabaron sumando 11 rebotes más que los españoles para ganar el partido por un concluyente 78-100, el técnico convino: “Es una selección extremadamente atípica; la mejor del mundo, sin duda alguna”.

El dominio de Estados Unidos fue abrumador a partir del segundo cuarto. Desd...

Sergio Scariolo sabía de antemano que la selección de Estados Unidos reúne tantas toneladas de talento y tantas posibilidades tácticas que es muy capaz de convertir un defecto en virtud. De manera que, cuando en el Palau Sant Jordi, LeBron James se fajó con Ibaka y Carmelo Anthony con Pau Gasol y los estadounidenses acabaron sumando 11 rebotes más que los españoles para ganar el partido por un concluyente 78-100, el técnico convino: “Es una selección extremadamente atípica; la mejor del mundo, sin duda alguna”.

El dominio de Estados Unidos fue abrumador a partir del segundo cuarto. Desde entonces se esfumó la teórica superioridad española en el juego interior, reducida ya a episodios aislados en los que Pau Gasol destiló su talento. No importó siquiera que Tyson Chandler, el único pívot, el cinco nato de la escuadra de Krzyzewski, fuera devorado de entrada por la calidad del mayor de los Gasol y no consiguiera fajarse sin acumular muy rápidamente las cinco faltas que le echaron del partido tras contabilizar apenas ocho minutos en la cancha.

Solo con Chandler y sin tantos otros jugadores interiores como han causado baja durante los últimos meses, sobre todo Dwight Howard, LaMarcus Aldridge y Blake Griffin, se observa sobre el papel un talón de Aquiles en la selección norteamericana. “No somos el equipo más alto, pero eso no nos preocupa en absoluto”, afirma LeBron; “contamos con muchos jugadores que juegan por encima de su estatura. Es una cuestión de determinación. Para mí, no es nada nuevo. Ya he hecho lo mismo con Miami. Asumo el desafío de anular a jugadores más altos”. Además de cargar con la tarea de marcar a pívots más grandes, entre LeBron y Anthony sumaron 52 puntos de los 100 de Estados Unidos, que mostró la mayor diferencia en el rebote ofensivo con nueve capturas más que España. Entre Kevin Love y Kevin Durant, otro tan capaz de jugar de alero como de cuatro, sumaron 18 rebotes.

Contamos con muchos jugadores que actúan por encima de su estatura, dice James

Anthony subrayó la ausencia capital en el equipo español de Marc Gasol, aún recuperándose de un golpe en un hombro. “Con él serán un rival más difícil porque es otro pívot que intimida y un gran pasador que hace mejores a todos sus compañeros. Estoy seguro de que los españoles aprenderán de este partido y será mucho más duro para nosotros en Londres”. El seleccionador estadounidense explicó: “Con su acierto en el tiro y su poderío físico, Carmelo nos da cosas inusuales en esa posición de pívot que no es natural para él. Puede marcar a un ala-pívot, pero un ala-pívot difícilmente puede marcarle”.

La batalla tuvo otros flancos por los que se fraguó la concluyente derrota del equipo español. La efectividad en el juego de transición, con más velocidad y ocho robos del balón más que España, permitió a los norteamericanos tiros abiertos sin excesiva oposición. Lo aprovecharon Carmelo, LeBron, Durant y Harden para sumar 13 triples con un 56% de efectividad frente a los cinco de España con solo un 26%.