La lluvia y los nervios ahogan a España

La selección cede 6-3, 4-6, 4-6 y 6-7 el dobles ante Austria (2-1) en un duelo marcado por las interrupciones por una tormenta

Marc López y Marcel Granollers celebran un punto.JOSE JORDAN (AFP)

Al final, cuando ya Marcel Granollers y Marc López se han inclinado 6-3, 4-6, 4-6 y 6-7 ante Oliver Marach y Alexander Peya, lo que deja la eliminatoria de cuartos a merced de lo que ocurra en los duelos de hoy (España, 2; Austria, 1), Àlex Corretja, el seleccionador, explica el presente con las nubes del cielo y aclara que sigue viendo el futuro despejado.

“El parón por la lluvia les ha beneficiado”, dice en rueda de prensa. “Es una pena porque hasta ese momento éramos mejores. A la vuelta se han reordenado y nos han metido más presión. Ellos han sabido jugar mejor con todas las interr...

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Al final, cuando ya Marcel Granollers y Marc López se han inclinado 6-3, 4-6, 4-6 y 6-7 ante Oliver Marach y Alexander Peya, lo que deja la eliminatoria de cuartos a merced de lo que ocurra en los duelos de hoy (España, 2; Austria, 1), Àlex Corretja, el seleccionador, explica el presente con las nubes del cielo y aclara que sigue viendo el futuro despejado.

“El parón por la lluvia les ha beneficiado”, dice en rueda de prensa. “Es una pena porque hasta ese momento éramos mejores. A la vuelta se han reordenado y nos han metido más presión. Ellos han sabido jugar mejor con todas las interrupciones”, añade. “Nos ha faltado claridad de ideas. Ahora tenemos la garantía de Ferrer y de Almagro, dos oportunidades para pasar a semifinales”.

Tres veces llovió sobre la pista, y las tres coincidieron con los momentos en los que la dupla española empezaba a dejar su sello en el partido. Tres veces llegó el aguacero, y las tres coincidieron con un momento en el que los austriacos necesitaban un respiro, parar, pensar y volver a empezar.

La primera vez que los tenistas volvieron del vestuario, los locales pasaron de dominar plácidamente por un set (6-3 y 1-1) a ver cómo el nervioso Peya se asentaba sobre el albero y se igualaba el encuentro (6-3 y 4-6). La segunda vez que el agua hizo acto de presencia, parando el duelo sin llegar a enviar a los jugadores a la caseta, España ya iba por detrás, pero tenía su primera oportunidad de equilibrar la cita (6-3, 4-6, 4-6, 3-2 y bola de break para 4-2). En el guirigay resultante (papeles volando sobre la pista, el juez de silla interrumpiendo el duelo...) se marchó esa pelota. A la tercera vez que la tormenta dejó su sello, con 3-3 en la cuarta manga, la dupla española ya jugaba solo con el corazón, atada al dictado de la austriaca, más madura y veterana, más preparada para centrarse en lo que pasaba sobre la arcilla olvidando lo que viniera del cielo.

El agua, claro, fue para los dos. Marach y Peya gestionaron mejor las interrupciones y la tensión de una cita que eliminaba a Austria en caso de derrota. El dúo visitante explotó las debilidades de la pareja local: el resto de revés de López y la derecha de Granollers, que, descontados los excelentes momentos que vivió a mediados de la cuarta manga, se rompió con frecuencia.

La muerte súbita del cuarto parcial se jugó entre varios ataques de nervios. Los españoles superaron cuatro puntos de partido y desaprovecharon un puñado de puntos de set, uno de ellos con saque de López. La eliminatoria, en consecuencia, queda en manos de los duelos individuales del domingo: David Ferrer-Jurgen Melzer (12.00, TVE-1) y, si pierde el alicantino, Nicolás Almagro-Andreas Haider-Maurer.

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