“Me he sentido perseguido”

“He pasado un mal rato, la verdad”. Protagonista contra su voluntad, el último año y medio no ha sido fácil para Javier Zabaleta, el carnicero gipuzcoano que perdió el anonimato desde que trascendiera el positivo del ciclista Alberto Contador en el Tour de 2010 por consumo de clembuterol, y que la defensa del corredor de Pinto atribuye al consumo de un solomillo en mal estado adquirido presuntamente en un local en Irún, propiedad de Zabaleta. Aficionado al ciclismo y a Contador, regente de una carnicería localizada en el corazón de la localidad vasca, Zabaleta ha sido objeto hoy de un acto de ...

“He pasado un mal rato, la verdad”. Protagonista contra su voluntad, el último año y medio no ha sido fácil para Javier Zabaleta, el carnicero gipuzcoano que perdió el anonimato desde que trascendiera el positivo del ciclista Alberto Contador en el Tour de 2010 por consumo de clembuterol, y que la defensa del corredor de Pinto atribuye al consumo de un solomillo en mal estado adquirido presuntamente en un local en Irún, propiedad de Zabaleta. Aficionado al ciclismo y a Contador, regente de una carnicería localizada en el corazón de la localidad vasca, Zabaleta ha sido objeto hoy de un acto de reconocimiento por parte de la Diputación de Gipuzkoa. “Me ha tocado la china”, ha manifestado, a la vez que no ha excluido interponer una reclamación judicial por el caso, que le obligó a testificar en la vista que derivó en un castigo de dos años para el ciclista, desposeído además del laurel en la ronda francesa de 2010 y en el último Giro de Italia.

“Mis abogados están examinando todas las declaraciones que se han producido para estudiar la viabilidad de acudir a la vía judicial”, ha expresado Zabaleta, apoyado por varias asociaciones del sector cárnico, que ha reconocido sentirse “perseguido” desde que su nombre saliese a la palestra, sobre todo después de que tuviese conocimiento de que una empresa privada de detectives seguía sus pasos, los de su negocio y los de algunos de sus proveedores “de forma muy pormenorizada”. “Antes del juicio [celebrado en Lausana, Suiza] sí que vino uno de ellos para hacerme unas preguntas. Dijo que volvería, pero no he vuelto a verle”. Menos contacto tuvo con el corredor de Pinto, con el que coincidió ante el tribunal y se miró “un par de veces”, pero con el que no intercambió palabra alguna “ni antes ni después de la sentencia”.

Molesto, Zabaleta ha apuntado que la defensa de Contador no tuvo en cuenta “hasta qué punto está controlado el tema de la carne”. El caso, por fortuna para él, no ha tenido repercusión en las cuentas de su carnicería. “No he notado nada”, ha explicado. Si acaso “una abrumadora mayoría de gente que se ha interesado por mi situación”, a pesar de que antes del juicio, admitió, “pocos” se habían acordado de él: “No me he sentido lo suficientemente respaldado ni consultado. Son palabras que igual dolerán en algún sitio, pero es la realidad. Este año y medio me lo he comido todo yo solo”.

También se ha referido a unas declaraciones del ciclista, que remarcó que “nadie sabe lo qué es estar un año y medio todos los días con el mismo tema”. Zabaleta ha respondido: “Yo también sé lo que es eso” “Solo quiero que todo esto termine. Solo quiero trabajar”, concluyó.