Un maestro del sacrificio

Y sí, la edad, los kilómetros en las piernas, los dolores, no pueden con los elegidos. David Ferrer se enfrenta en octavos del Masters 1000 de Shanghái a Juan Carlos Ferrero, su mejor amigo del circuito, ese con el que se va a competir en karts, el mismo con el que se entrena frecuentemente, y debe pensar que lo que está ocurriendo no tiene sentido. Que él es el número cinco del mundo y su colega el número 69. Que él lleva un año magnífico y su compañero ha admitido ya la posibilidad de la retirada. El talento, sin embargo, no entiende de estadísticas. A Ferrero, que por algo fue número uno, l...

Y sí, la edad, los kilómetros en las piernas, los dolores, no pueden con los elegidos. David Ferrer se enfrenta en octavos del Masters 1000 de Shanghái a Juan Carlos Ferrero, su mejor amigo del circuito, ese con el que se va a competir en karts, el mismo con el que se entrena frecuentemente, y debe pensar que lo que está ocurriendo no tiene sentido. Que él es el número cinco del mundo y su colega el número 69. Que él lleva un año magnífico y su compañero ha admitido ya la posibilidad de la retirada. El talento, sin embargo, no entiende de estadísticas. A Ferrero, que por algo fue número uno, le sobra. Tanta es su capacidad, tan bueno su sentido del juego, que arrolla a Ferrer en el primer set, se procura tres bolas de partido, y solo empieza a doblegarse cuando una lesión en el tobillo le enseña la puerta de salida: 1-6, 7-5 y 6-2 para Ferru, en cuartos de Shanghái y clasificado por tercera vez en su carrera para la Copa de Maestros, que reúne en Londres a los ocho mejores tenistas del curso.

Allí, en el O2, tienen ya confirmada su presencia el serbio Novak Djokovic, Rafael Nadal, el suizo Roger Federer, el británico Andy Murray y Ferrer. El alicantino, brillante en la gira de tierra e irreconocible en los grandes (llegó a semifinales en Australia, pero no se le vio en cuartos del resto de los torneos del Grand Slam) ha logrado este curso la victoria 400 de su carrera. Muy pocos tenistas en la historia pueden decir lo mismo.

"Este es el mejor año de mi carrera, en madurez, en tenis...en todo", dijo el número cinco en Shanghái, donde Nicolás Almagro perdió 6-3 y 6-4 con Andy Roddick, complicándose su clasificación para el torneo de Londres (quedan tres puestos de los ocho que dan el billete y él marcha noveno). "Nunca me había clasificado tan pronto, en estas fechas, estoy muy feliz".

Ferrer se enfrentará ahora en Shanghái a Roddick, al que venció en cuartos de la Copa Davis (Austin) y contra el que perdió en el Abierto de Estados Unidos. El alicantino tiene una ventaja: ya juega libre de grilletes, con el viento a favor, clasificado para la Copa de Maestros y superviviente de Ferrero en un partido para fuertes.