Pau Gasol no falla una

Ni la dosificación de Scariolo, dándole unos 20 minutos por encuentro, ni el no tener nada que demostrar, pudiendo descansar merecidamente sobre su extenso currículo -lo que a veces ha hecho en defensa-, han evitado que Pau Gasol haya evidenciado la enorme importancia que tiene en España. En siete de los ocho partidos de la preparación para el Europeo de Lituania, el pívot de Los Ángeles Lakers ha sido el máximo anotador de la selección. Únicamente su amigo Juan Carlos Navarro (19 puntos contra 15) le arrebató dicho honor ante Bulgaria, en un partido que los de Scariolo ganaron de 37 puntos (...

Ni la dosificación de Scariolo, dándole unos 20 minutos por encuentro, ni el no tener nada que demostrar, pudiendo descansar merecidamente sobre su extenso currículo -lo que a veces ha hecho en defensa-, han evitado que Pau Gasol haya evidenciado la enorme importancia que tiene en España. En siete de los ocho partidos de la preparación para el Europeo de Lituania, el pívot de Los Ángeles Lakers ha sido el máximo anotador de la selección. Únicamente su amigo Juan Carlos Navarro (19 puntos contra 15) le arrebató dicho honor ante Bulgaria, en un partido que los de Scariolo ganaron de 37 puntos (96-59).

El dato refleja dos realidades: la facilidad de Gasol para anotar incluso con el regulador de revoluciones encendido, y el papel central que volverá a tener en el equipo. De hecho, en ninguna de las otras selecciones se ha producido tal repetición en los cañoneros. Ni en las candidatas que cuentan con All-Stars de la NBA (en Francia, Parker lo ha sido seis veces en 10 encuentros; Nowitzki, en Alemania, solo en uno de los10 partidos) ni en los equipos menores entregados a su hombre estrella (Pachulia, en la endeble Georgia, no fue el máximo artillero en tres de sus 11 amistosos).

Detrás del dos veces campeón de la NBA, el hombre más acertado en España ha sido Juan Carlos Navarro, que ha terminado la preparación con 11,6 puntos de promedio. Tras ellos, las otras dos torres del equipo junto a Pau: su hermano Marc (11,25) y Serge Ibaka (8,6), cuyo proceso de integración parece marchar a buen ritmo. Señal de que, de momento, prevalece el poderío de los cincos españoles sobre la posibilidad de que se entorpezcan unos a otros cerca del aro.

Aunque el dato podría interpretarse como una excesiva dependencia hacia el pívot angelino, la solvencia con la que la selección ha resuelto todos los partidos -a excepción de la derrota ante Lituania- apunta más a que la posiblemente mejor selección española de la historia volverá a contar en sus filas con el mejor jugador que jamás haya tenido.