Cristiano vuela en otro planeta

El Madrid se entrega a la causa del luso, que con tres goles abate a un Getafe sin sangre

Cristiano Ronaldo tiene una causa, homérica para cualquiera salvo para genios como él. El portugués ya firmó el único título de su equipo, la Copa del Rey, y ahora pretende igualar registros marcianos, como los de Zarra y Hugo Sánchez (38 goles en las temporadas 50-51 -entonces con 16 equipos- y la 89-90, respectivamente). Con sus tres dianas de ayer, Cristiano ya lleva 36 en la cuenta oficial, porque el árbitro concedió la autoría de un tanto en Anoeta a Pepe. El asunto no es menor, por lo que el equipo se ha entregado a su cruzada particular. Con ello le bastó al Real Madrid para despachar a...

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Cristiano Ronaldo tiene una causa, homérica para cualquiera salvo para genios como él. El portugués ya firmó el único título de su equipo, la Copa del Rey, y ahora pretende igualar registros marcianos, como los de Zarra y Hugo Sánchez (38 goles en las temporadas 50-51 -entonces con 16 equipos- y la 89-90, respectivamente). Con sus tres dianas de ayer, Cristiano ya lleva 36 en la cuenta oficial, porque el árbitro concedió la autoría de un tanto en Anoeta a Pepe. El asunto no es menor, por lo que el equipo se ha entregado a su cruzada particular. Con ello le bastó al Real Madrid para despachar al Getafe, que pasó de canto por Chamartín, sin chicha, sin sangre, como si fuera un invitado a una verbena veraniega. Su vecino puso más empeño en la Liga de Ronaldo que el Getafe en evitar un resbalón definitivo hacia la segunda categoría.

REAL MADRID, 4 - GETAFE, 0

Real Madrid: Adán (Mejías, m. 84); Arbeloa, Pepe, Carvalho, Marcelo; Xabi Alonso, Lass; Di María, Özil (Adebayor, m. 76), Cristiano; e Higuaín (Benzema, m. 76). No utilizados: Garay, Albiol, Granero y P. León.

Getafe: Ustari; M. Torres, C. Díaz, Mario, Mané; Boateng, Casquero (Mosquera, m. 63); Arizmendi, Parejo (Borja, m. 71), Sardinero (Miku, m. 46); y Colunga. No utilizados: Codina; Kas, Pintos y Escassi.

Goles:1-0. M. 24. Cristiano remata de cabeza un gran centro de Özil. 2-0. M. 58. Cristiano, a placer tras recibir en el área con Ustari vencido. 3-0. M. 77. Benzema resuelve tras un pase largo de Xabi Alonso. 4-0. M. 92. Cristiano, de penalti.

Árbitro: Ramírez Domínguez. Amonestó a Carvalho, Boateng, Mané, Lass y Arizmendi.

Unos 65.000 espectadores en el Bernabéu.

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El Madrid jugó con aire festivo, liberado de las tensiones de las últimas semanas. Sin fórceps, el grupo se soltó en favor de su gran estrella ante la complacida mirada de su adversario. Sin el Barça a la vista (al que le falta un punto para el título), el Madrid ha cambiado la partitura. Ya lo hizo en Mestalla y en Nervión, como antes en Santander y San Mamés. Ante el Getafe no fue tan productivo, pero sí un conjunto más armónico, menos castrense. Con Mourinho guiñando el ojo a uno de sus hijos, anoche recogepelotas junto a su banquillo, Xabi Alonso como guía, Özil al piano y Marcelo sin freno, el Madrid fue cómplice de Ronaldo. Mucho, muchísimo, tuvo que ver Özil, maravilloso en los dos primeros goles del portugués. En el primero, desde el costado derecho, el alemán, zurdo como es, dibujó un pase sensacional con el empeine exterior de la pierna que mejor le obedece. CR se elevó por encima de Cata Díaz y Miguel Torres y batió a Ustari. Un dictado magistral de técnica (Özil) y potencia (Ronaldo).

El gol no perturbó en nada al Getafe, un equipo de cartón piedra de principio a fin. Un conjunto que poco a poco se ha marchitado y ahora tiene un nudo al cuello. No lo pareció en Chamartín, donde no tuvo cuerpo en ninguna de sus líneas. Fue un grupo melancólico. Le faltó el colmillo necesario y Adán, la gran novedad de Mourinho, no tuvo plano hasta que sufrió un choque involuntario con Colunga. Mejías, un juvenil, porque ayer tampoco estaba convocado Dudek, cogió el testigo. No hubo futbolista del Getafe que tuviera peso, ni pretorianos como Casquero ni noveles como Parejo. Directamente, paralizado quizá por sus angustias, el equipo no compitió. Michel tiene tajo, mucho tajo, en las dos jornadas que restan.

Todo el interés del juego recayó en el Madrid, que se abanicó cuanto quiso y masticó el duelo a su antojo. Acampado en la periferia del área de Ustari, el equipo de Mourinho cazó el segundo tanto con los mismos protagonistas del primero. Higuaín chocó con Ustari, la pelota quedó sin amparo y Özil, que hacía un siglo que había visto a CR grapado en el punto de penalti, le obsequió con el gol. Tampoco se inmutó el Getafe, espectador hasta el final de un repertorio de taquitos y rabonas de jugadores blancos, de trazadas de Di María, de fútbol geométrico de Xabi Alonso. A un extraordinario servicio del vasco respondió Benzema con el tercer tanto. Un gol que reivindica una vez más al francés, despedido en el banquillo en la ida y vuelta de la semifinal de la Liga de Campeones.

Como broche, el Madrid, Cristiano, logró amplificar su verdadero objetivo. Mané derribó a CR y el portugués aumentó la gesta con un cierre final desde el punto de penalti. Ya lleva un gol por partido, siete en cuatro días. Impresionante. Es de otro planeta. Del planeta Cristiano.

El Madrid se entrega a la causa de Cristiano, que con tres goles abate a un Getafe sin sangre.<strong><a href="http://www.elpais.com/buscar/liga-bbva/videos">Vídeos de la Liga BBVA</a></strong>
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