Puskas por fin encuentra heredero

Michel llamó a Mané desde la banda, cuando mediaba la primera parte, y le hizo un gesto mímico con la palma de la mano derecha, como quien clava un cuchillo. El técnico le pedía un pase a ras de hierba. Mané asintió. El Getafe es un equipo preocupado por el juego académico. También, ingenuo.

Si hubiera sido un grupo pendiente de cosas fundamentales para quien se juega el descenso, o Mané o Mario deberían haber ido a tapar a Özil cuando recibió ese balón en la derecha. El alemán acomodó el cuerpo y ejecutó su envío con el empeine exterior del pie izquierdo. El centro describió una elipse...

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Michel llamó a Mané desde la banda, cuando mediaba la primera parte, y le hizo un gesto mímico con la palma de la mano derecha, como quien clava un cuchillo. El técnico le pedía un pase a ras de hierba. Mané asintió. El Getafe es un equipo preocupado por el juego académico. También, ingenuo.

Si hubiera sido un grupo pendiente de cosas fundamentales para quien se juega el descenso, o Mané o Mario deberían haber ido a tapar a Özil cuando recibió ese balón en la derecha. El alemán acomodó el cuerpo y ejecutó su envío con el empeine exterior del pie izquierdo. El centro describió una elipse que fue a parar exactamente a donde andaba Cristiano, que se elevó como un cohete, se uspendió en el aire y metió el frentazo para desviar la pelota a gol. Fue un cabezazo de bandera. El gol que puede mandar a Segunda al Getafe. El tanto número 47 en la temporada del portugués. El peldaño que conducía al 48 y el 49.

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Hace 51 años, Ferenc Puskas metió 49 en un curso. Nadie en la historia del Madrid había logrado ese registro. Ayer Cristiano igualó la marca con sus tres goles al Getafe. El segundo también fue a pase de Özil. El tercero, para 36 totales, de penalti.

Cristiano Ronaldo, durante el partidoÁLVARO GARCÍA