TENIS | WIMBLEDON

Serena arrolla a Venus

La hermana pequeña de las Williams se impone en la final (7-6, 6-2)

Serena Williams acaba de coronarse como campeona de Wimbledon, aunque su victoria sobre su hermana Venus (7-6 y 6-2) significa mucho más que un título para el tenis femenino: es la demostración de que las estadounidenses ganan dónde y cuándo quieren, sin importar los años, la superficie, el nombre de las rivales o la falta propia de entrenamientos, forma física y dedicación. Dos partidos lo resumen todo. En las semifinales del torneo individual, Venus sólo concedió un juego a Dinara Safina (6-1 y 6-0), la número uno del mundo. Y en la misma ronda del torneo de dobles, jugando juntas contra Bla...

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Serena Williams acaba de coronarse como campeona de Wimbledon, aunque su victoria sobre su hermana Venus (7-6 y 6-2) significa mucho más que un título para el tenis femenino: es la demostración de que las estadounidenses ganan dónde y cuándo quieren, sin importar los años, la superficie, el nombre de las rivales o la falta propia de entrenamientos, forma física y dedicación. Dos partidos lo resumen todo. En las semifinales del torneo individual, Venus sólo concedió un juego a Dinara Safina (6-1 y 6-0), la número uno del mundo. Y en la misma ronda del torneo de dobles, jugando juntas contra Black y Huber, las número uno de la especialidad, volvió a ocurrir lo mismo: sólo cedieron tres juegos (6-1 y 6-2). Entre las dos, además, tienen 18 títulos grandes conquistados a base de fuerza física, apetito insaciable, nervios de acero y golpes de hierro: once Serena, la número dos, y siete Venus, la tres.

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"Siento que no debería tener este trofeo en mis manos, que pertenece a Venus, que lleva su nombre", dijo la campeona sobre su hermana, cinco veces coronada en Londres. "No puedo creerlo. He ganado a la mejor en esta superficie".

"Serena jugó el mejor tenis hoy, felicidades", le correspondió Venus, aún sonriente pese a la derrota y observada desde la grada por la mítica Billie Jean King. "Todavía no he asumido esta derrota, por eso sigo sonriendo...todavía nos queda la final del dobles".

Más allá de la consideración que merece la espléndida carrera de las dos hermanas, a la altura de los mejores nombres de su deporte, su dominio cuestiona la capacidad competitiva del resto del circuito. Las Williams colgarán la raqueta un día sin saber dónde estaba su límite, hasta dónde podía llegar su tenis y cuál era la máxima expresión de su hiperbólico talento. Retirada Justine Henin, nadie las ha puesto a prueba el suficiente tiempo. Wimbledon ha sido una muestra de eso desde el primer momento. Cuando las Williams juegan, el resto tiembla.

La hermana pequeña de Venus vence en la final a la vigente campeona y se adjudica el torneoAFP

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