El Sevilla hunde al Barça
El Camp Nou, lleno de pañuelos blancos, pide la dimisión de Gaspart
El FC Barcelona ya ocupa el puesto 13 de la tabla de clasificación de la Liga. La derrota de este domingo frente al Sevilla, que no sale de los puestos de descenso, ha llenado el Camp Nou de pañuelos blancos y de gritos de "dimisión" para el presidente Joan Gaspart y el entrenador Louis Van Gaal.
La tragedia de los culés se fraguó en la primera mitad. En el minuto cinco, un penalti de Christanval sobre Reyes le dio al Sevilla la oportunidad de abrir el marcador. Casquero ejecutó la pena máxima y comenzó a acercar un poco más al Barcelona a su particular purgatorio. Los de Van Gaal no t...
El FC Barcelona ya ocupa el puesto 13 de la tabla de clasificación de la Liga. La derrota de este domingo frente al Sevilla, que no sale de los puestos de descenso, ha llenado el Camp Nou de pañuelos blancos y de gritos de "dimisión" para el presidente Joan Gaspart y el entrenador Louis Van Gaal.
La tragedia de los culés se fraguó en la primera mitad. En el minuto cinco, un penalti de Christanval sobre Reyes le dio al Sevilla la oportunidad de abrir el marcador. Casquero ejecutó la pena máxima y comenzó a acercar un poco más al Barcelona a su particular purgatorio. Los de Van Gaal no tenían su día, intentaron remontar antes del descanso, pero los ataques blaugranas iban no tenían pólvora.
La segunda parte tuvo un comienzo aburrido, con un Barcelona impotente, incapaz de poner en verdadero peligro a Notario y un Sevilla que se limitaba a esperar el contraataque. Fruto de una de estas jugadas a la contra, Toedli, rematando con la cabeza desde el borde del área un pelotazo de uno de sus defensas, superó por arriba a Bonano, que intentó sin esfuerzo evitar la catástrofe. 2-0 y el Camp Nou lleno de pañuelos blancos.
La puntilla la pusieron los de Caparrós en medio de los gritos de "dimisión" con los que la afición increpaba a su directiva. De nuevo fue Toedli, tras una jugada por la banda derecha, el encargado de marcar para los sevillistas.
Al final, gran pañolada en el Camp Nou con Gaspart, de pie, conteniendo las lágrimas, y Van Gaal, apesadumbrado, camino del vestuario.