Goosen y Brooks tendrán que desempatar hoy para conseguir el título
Goosen y Brooks terminaron con 276 golpes (4 bajo par). Debido a las reglas que rigen el torneo por la Asociación de Golf de los Estados Unidos (USGA), ambos lucharán por el título en el desempate un día después, lo que no es habitual en la mayoría de las competiciones.
El surafricano Goosen tardará en olvidar lo sucedido en los últimos instantes de la cuarta jornada del domingo. Quizá incluso lo acuse un día después, el lunes, o bien se beneficie de ello, pues de haber tenido que jugar a renglón seguido un desempate es seguro que lo hubiera perdido por depresión.
Goosen, de 32 a...
Goosen y Brooks terminaron con 276 golpes (4 bajo par). Debido a las reglas que rigen el torneo por la Asociación de Golf de los Estados Unidos (USGA), ambos lucharán por el título en el desempate un día después, lo que no es habitual en la mayoría de las competiciones.
El surafricano Goosen tardará en olvidar lo sucedido en los últimos instantes de la cuarta jornada del domingo. Quizá incluso lo acuse un día después, el lunes, o bien se beneficie de ello, pues de haber tenido que jugar a renglón seguido un desempate es seguro que lo hubiera perdido por depresión.
Goosen, de 32 años, lo tenía todo a favor para ganar los 900.000 dólares que acompañan al título del segundo torneo de Grand Slam. Su compañero de partido, Stewart Cink, era el único que podía amargarle el sueño de adjudicarse su primer "grande", pues ambos afrontaron el último hoyo empatados con 5 abajo.
Por entonces todos los aspirantes al título, que eran cuatro más (Sergio García, Phil Mickelson, Brooks y Mediate) habían sucumbido cada uno a su manera. El español firmó su peor tarjeta (77 golpes), Mickelson se perdió en sus imprecisiones para 75, Mediate quedó con 72 y sólo Brooks lo estropeó al final para marchar al vestuario pensando en que todo había acabado.
El golf fue ingrato con Goosen. Su segundo golpe en el 18 con el hierro 6 fue magistral, al dejar la bola a 3 metros del hoyo. Cink, en cambio, se marchó al rough que circunda el green para dejarse el bogey en el camino.
La tarea pues de Goosen era sencilla: embocar desde tres metros para ganar o también en un segundo putt más cercano. Pero falló ambos intentos de manera incomprensible. No tuvo la serenidad y el temple en las muñecas y hombros para hacer lo sencillo tras una jornada entregada a la resistencia física y psíquica.
El texano Brooks, de 40 años y el título del PGA estadounidense de 1996 a sus espaldas precisamente tras un desempate, vio desde el vestuario por un monitor de televisión el fatal desenlace de Goosen y tardó en comprender que debía limpiar muy bien sus zapatos para estar a punto al día siguiente.
La tercera plaza final fue para el estadounidense Stewart Cink con 277 impactos (uno más que el dúo de vanguardia), mientras que el español Sergio García finalizó con los mismos golpes que Tiger Woods (283) en el puesto duodécimo, después de firmar una decepcionante tarjeta final con 77 impactos.