La mejor música en clave de sol

El Festival Internacional de Música de Canarias une la magia de la mejor música, intérpretes de leyenda y grandes orquestas con el sol, el clima y la espectacularidad de las islas. Un encuentro que cada vez gana más prestigio en el panorama internacional y supone un impulso socioeconómico para las islas.

J. F.

Sol, playa, paisajes idílicos, escenarios espectaculares y grandes intérpretes de clásica de todo el planeta. Canarias abraza estos días la mejor cultura. A su belleza y exuberancia, al contraste maravilloso de sus islas, suma ahora el infinito valor de la música. Mientras los festivales de clásica descansan en Europa en pleno invierno, el archipiélago se convierte en enero y febrero en un escenario de lujo. El mejor clima, artistas de prestigio internacional, importantes orquestas y el inmenso poder de las emociones protagonizarán durante más de un mes la 38º edición Festival Internacional de Música de Canarias.

Casi cuatro décadas de trayectoria han convertido este certamen en un referente con un encanto muy particular. Ocho islas, ocho historias, más de 60 actuaciones, más de 700 músicos de todo el planeta y más de 30 escenarios emblemáticos. Son los números de una edición que este año, más que nunca, mira a una de sus islas: La Palma. El mundo entero ha puesto sus ojos en un volcán que ha rugido durante 85 días: miradas cargadas de emoción, solidaridad y empatía con el dolor de los palmeros. Ahora es el momento de la recuperación. Y de la música. La hora de un Festival que echó a rodar en 1985 como un impulso cultural para las islas y que hoy afianza su imagen en el panorama internacional.

Juan Márquez (izquierda), viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, junto a Jorge Perdigón, organizador del Festival Internacional de Música de CanariasTayri Muñiz

Así lo ve y lo vive el tenor Jorge Perdigón, director del Festival desde su 34º edición en 2018, natural de La Palma: “El Festival Internacional de Música es un evento con prestigio internacional. Un Festival con una historia de casi cuatro décadas que ha vivido momentos difíciles y circunstancias complejas, pero que siempre ha sabido y podido, en cualquier situación, reactivarse y continuar. Tener en la programación a músicos como Grigory Sokolov, Anne-Sophie Mutter, Philippe Jaroussky, Javier Camarena o Lang Lang, por solo enumerar algunos de los y las solistas participantes, significa claramente que estamos incluidos en esos circuitos de enorme relevancia musical en donde desean ser programados estos artistas”.

El viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, Juan Márquez, que a su faceta política suma el conocimiento del músico profesional, resalta la importancia del certamen para las islas: “Este festival cristaliza toda una tradición musical histórica que existe en el Archipiélago de siglos atrás. Los puertos de Canarias eran una parada obligatoria en el tránsito de las compañías de ópera que partían al continente americano. Aquí descansaban y ensayaban. Ese y otros contactos directos con la cultura europea fueron generando el interés y afición por la música clásica. En las islas tenemos una de las sociedades filarmónicas más antiguas de España, 175 años ha cumplido recientemente la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria. Para Canarias es vital poder proyectarse al mundo como un territorio de culturas, que ofrece mucho más que un clima y paisaje paradisiaco”.

El Festival Internacional de Música de Canarias crece, edición a edición, sobre tres pilares: su mirada hacia el exterior con una propuesta diferenciadora dentro del circuito internacional de festivales; el arraigo en las islas con la apertura a todo tipo de públicos y la conexión cada vez mayor con los más jóvenes, y la aportación al impulso socioeconómico del archipiélago.

Este “territorio de culturas”, en palabras del viceconsejero, convierte a sus ocho islas en anfitrionas de artistas y orquestas de todo el mundo. Muchos consideran un milagro reunir a un elenco de este nivel: iconos de la música clásica como la violinista Anne-Sophie Mutter, el contratenor Philippe Jaroussky, el director Gustavo Gimeno, los pianistas Grigory Sokolov o Lang Lang, el tenor Javier Camarena o el director y violagambista Jordi Savall. Además de importantes formaciones sinfónicas como Philharmonia Orchesta de Londres, Filarmónica de Luxemburgo, Sinfónica de Tenerife, Filarmónica de Gran Canaria, Orquesta de Cámara de París, Orquesta de Cámara de Lituania...

El pianista Lang Lang.Olaf Heine / Deutsche Grammophon

Diferentes culturas, múltiples miradas, pasarán por Canarias. Como la particular visión sobre la música y los sentimientos del pianista chino Lang Lang, uno de los artistas más mediáticos del mundo: “La cabeza controla, el corazón da emoción. La cabeza es el director; el corazón, el artista; los dedos, jugadores. El piano, en sí, no es más que un artilugio. Eres tú quien debe ponerle corazón. Así es como se le humaniza. Si no le das emoción, no tiene sentido. Todo está relacionado”. También es singular cómo entiende esta relación la violinista alemana Anne-Sophie Mutter, aclamada ya a los 13 años en su debut con Herbert von Karajan: “La música tiene algo específico. Se ahorra la digestión cerebral primero y va directa a la emoción, al corazón; una emoción en lucha perpetua en nuestro interior, pero que consigue, entre las miserias y las decepciones, hacernos ver que la vida es un regalo divino, incluso cuando nos invaden los momentos más negros, cuando debemos saber que habrá luz al final del túnel”. Ambos testimonios fueran publicados en EL PAÍS Semanal en 2007 y 2013, respectivamente.

La violinista Anne-Sophie Mutter.The Japan Art Association/The Sankei Shimbun 2019

A las emociones de Anne-Sophie Mutter, Lang Lang y de más de 700 artistas se suma el gran atractivo del escenario, la climatología y la época del año. Es un valor añadido que resalta Jorge Perdigón: “Programar el Festival Internacional de Música de Canarias en los meses de enero y febrero fue un acierto importante. Son fechas en las que no encontramos Festivales de este tipo, al menos, en Europa, lo que nos posibilita evidentemente cierta exclusividad, para aquellas personas que desean disfrutar de la cultura y la música, y al mismo tiempo disfrutar de un clima y unas gentes dispuestas a acoger amablemente al visitante. En este sentido se da el caso de muchos abonados que no son canarios, ni siquiera residentes en las islas, pero que regresan a Canarias habitualmente por el Festival”.

El Festival Internacional de Canarias utiliza la grandeza de la música como motor cultural y proyecto social. Cultura y turismo siempre han sido una pareja bien avenida. Una relación armónica y estable. La apuesta por la música y la cultura en las islas ha dado, y está dando, sus frutos. Los sectores culturales y creativos, según Juan Márquez, son estratégicos para el archipiélago, para la diversificación económica y el desarrollo social: “En un territorio como Canarias, sin una política decidida para generar un tejido cultural sólido y de calidad, su identidad local estaría siempre condicionada a un consumo masivo de cultura globalizada”.

El impacto en la economía

La cultura supone un importante impacto para las islas: el 2% del PIB, 38.000 empleos y 5.000 empresas del sector en activo. La inversión del Gobierno de Canarias en el Festival y la respuesta de los sectores culturales tiene “un efecto multiplicador en el PIB”, señala Márquez. “La cultura hace de tractor de otros sectores. Activa y dinamiza servicios de otros sectores económicos, desde el hotelero a la restauración. Pero sobre todo añade valor a Canarias, para los que vivimos aquí y para quienes nos visitan”. En la misma dirección apunta Perdigón: “El Gobierno de Canarias, desde hace unos años, está trabajando para que esta inversión cultural no solo sea provechosa para el espectador en Canarias, sino además cree sinergias con otros sectores que ayuden a impulsar socialmente y económicamente el archipiélago”.

Otro sello distintivo del Festival es su visión democratizadora de la cultura. La atención a diferentes realidades y públicos resulta prioritaria. “Llegar a todas las capas sociales es una obligación. Y no hablamos solo de política de precios y por tanto de barreras económicas”, afirma el viceconsejero del Cultura. “Existen otras barreras que impiden participar plenamente de la cultura y comunicarse a través del arte. Esas requieren de políticas más complejas. No se trata solo de una entrada a tres euros para estudiantes y personas en desempleo que, por supuesto, tenemos, así como un Abono Joven a precio muy reducido. Se trata de generar herramientas y capacitación para que la inclusión cultural sea real. Por ello este Festival y otras iniciativas del Instituto Canario de Desarrollo Cultural incluyen siempre acciones formativas que tengan especial atención a los más jóvenes”.

Este acontecimiento musical supone, además, una apuesta por el talento artístico de los canarios. “En los últimos años”, según afirma Jorge Perdigón, “hemos determinado que, al menos, el 40% de los músicos participantes en el FIMC sean canarios y canarias o bien residentes en nuestra comunidad autónoma”.

Auditorio Adán Martín de Tenerife.Diego Delso

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