Dos hombres dialogan sentados frente al mar. Uno abre su corazón al otro. No sabemos si se conocen de antes o si es la primera vez que se ven, pero existe intimidad entre ellos. El que expresa sus anhelos está encarnado por el actor Javier Rey. Quien escucha pacientemente es Benjamín Prado. "Yo lo que busco es ser auténtico. Ser yo. Ser diferente. No traicionar a nadie, ni a mí mismo", revela el personaje de Rey.
La conversación continúa por esa senda. — ¿Qué nos hace ser auténticos? ¿Cómo alcanzamos esa autenticidad? —, durante los cuatro minutos que dura y que conforman el cortometraje Inmensa minoría que el poeta ha escrito para el proyecto Historias para una inmensa minoría, desarrollado en colaboración con Cervezas 1906, en el que el poeta crea junto a artistas de diversas disciplinas.
En palabras de Prado, el corto también habla de un aspecto clave de la autenticidad: el trabajo bien hecho, la necesidad de hacerlo con honestidad, sin pensar en la recompensa que puedas conseguir", explica. "Son temas para reflexionar, temas que a todos nos mueven de alguna forma. Y mejor hacerlo con una birra", argumenta Rey.
El paraje elegido para ambientar la historia fue el Náutico de San Vicente do Mar, un enclave único en O Grove, en plenas Rías Baixas, con una marcada tradición musical. Allí han tocado estrellas del rock y el indie nacional. "Han actuado todos mis amigos: Leiva, Iván Ferreiro, Love Of Lesbian, Elefantes, ¿cómo iba a faltar yo?", pregunta Prado. "O Grove es un lugar bellísimo, parece que la naturaleza se haya esmerado en diseñarlo", añade.
De este rodaje ha salido una buena amistad, forjada a través del binomio maestro-alumno. Inmensa minoría es la primera incursión de Prado en la actuación y Rey se ha preocupado de que no le faltaran recursos actorales. "Javier me ayudó en la caracterización, había momentos en los que él no tenía por qué estar ahí y se sentaba conmigo: '¿Qué, repasamos un poquito?', me decía", comenta el escritor que asegura que ponerse delante de una cámara ha sido lo más difícil que ha hecho. Se siente orgulloso del resultado. "Me han felicitado muchos amigos, no sé si por la amistad que nos une o porque de verdad lo piensan", bromea. "Lo bueno", agrega, "es que ya he dado el primer paso hacia el Goya".