Columna

Políticos demasiado acostumbrados a la televisión

Urge un cambio de modelo en las entrevistas de la tele para que vuelvan a ser los periodistas quienes marquen el tono y la pauta y no se les suba ningún político a las barbas

Después de ver cómo Santiago Abascal se divertía en El hormiguero y cómo Pablo Iglesias no se divertía nada con Marta Flich en Todo es mentira, creo que esto de las entrevistas a políticos se nos está yendo de las manos. Están muy hechos al plató, como Abascal (y quién lo iba a decir hace tan solo unos meses, cuando su mejor respuesta a una pregunta era un encogimiento de hombros), o han perdido el miedo a mostrarse hostiles, como Iglesias, que se ha olvidado de toda la técnica telegénica que aprendió en La tuerka y ahora se repantinga en la silla y lanza miradas de ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Después de ver cómo Santiago Abascal se divertía en El hormiguero y cómo Pablo Iglesias no se divertía nada con Marta Flich en Todo es mentira, creo que esto de las entrevistas a políticos se nos está yendo de las manos. Están muy hechos al plató, como Abascal (y quién lo iba a decir hace tan solo unos meses, cuando su mejor respuesta a una pregunta era un encogimiento de hombros), o han perdido el miedo a mostrarse hostiles, como Iglesias, que se ha olvidado de toda la técnica telegénica que aprendió en La tuerka y ahora se repantinga en la silla y lanza miradas de odio como si lo diera ya todo por perdido.

Más información

La sobreexposición ha malogrado incluso a Díaz Ayuso, que ya domina el juego y no se deja pillar. Dice las cosas sin decir, taimada, sin enredarse en las trampas de los entrevistadores. Ni Carlos Alsina pudo con ella. Que no es que vaya a cerrar Telemadrid, suelta, pero ahí se queda esa nubecita borrascosa. Sutil, puntillista.

Urge un cambio de modelo en las entrevistas de la tele para que vuelvan a ser los periodistas quienes marquen el tono y la pauta y no se les suba ningún político a las barbas. Propongo contratar a Emma Suárez y emitir las conversaciones desde la sala de interrogatorios de la fabulosa serie Criminal (Netflix). Si lo desean, los candidatos pueden llamar a un abogado que esté presente durante el interrogatorio (digo, la entrevista). Cuando pidan agua, un policía malencarado les responderá: “Hasta que no me cuentes lo que quiero saber, no hay agua”.

Ni a divertirse ni a lanzar balones fuera. A las entrevistas hay que ir a sufrir y a mantener la sonrisa, aunque ya no les llegue el aire a los pulmones de la angustia. Con Emma Suárez, las cosas no serían tan fáciles.

Sobre la firma

Más información

Archivado En