Columna

Escuchar

'Un país para escucharlo' es un programa excelente que permite al espectador conocer las tierras y las músicas de España

Kiko Veneno y Ariel Rot en 'Un país para escucharlo'.

Comienza Un país para escucharlo con el encuentro en los arrozales de La isla mínima entre Ariel Rot, presentador del nuevo programa musical de los martes en La 2, con Kiko Veneno, su anfitrión para el capítulo dedicado a Andalucía. "Nunca había estado y me parece espectacular. Es una gran sensación de amplitud y de silencio también, dos cosas que son casi artículos de lujo hoy en día", comenta Rot. Espacio y silencio, las dos reivindicaciones revolucionarias del siglo XXI señaladas por H. M. Enzensberger..

Un programa excelente que permite al espectador conocer las ti...

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Comienza Un país para escucharlo con el encuentro en los arrozales de La isla mínima entre Ariel Rot, presentador del nuevo programa musical de los martes en La 2, con Kiko Veneno, su anfitrión para el capítulo dedicado a Andalucía. "Nunca había estado y me parece espectacular. Es una gran sensación de amplitud y de silencio también, dos cosas que son casi artículos de lujo hoy en día", comenta Rot. Espacio y silencio, las dos reivindicaciones revolucionarias del siglo XXI señaladas por H. M. Enzensberger..

Un programa excelente que permite al espectador conocer las tierras y las músicas de España de la mano de profesionales eclécticos que tienen, además, una virtud insólita en la actualidad: saben escuchar, además de participar acompañando a los artistas visitados. Escuchar, por ejemplo, la versión de Andaluces de Jaén con Rocío Márquez y Kiko Veneno, es un lujo inesperado, o a Ariel Rot visitando a Raimundo Amador y acompañándolo con la guitarra antes de besar a Gerundina, su guitarra pata negra, "esta me ha criado a mis niños, a todos", explica Raimundo. Escuchar a Rosario, la Tremendita, afirmar que "entiendo que en un tema de Bill Evans yo puedo cantar encima una soleá de Triana, y encaja perfectamente". Productores como Ricardo Pachón o Paco Loco que explican su quehacer. La música, siempre la música, comentada desde sus diversas perspectivas.

Unos finos en Cádiz con el Selu, la Koki y David Palomar, en donde entre risas se explicará el origen del "tirititran" de las Alegrías, o la importancia de los carnavales en sus genes. Y de allí a una fiesta espontánea en el patio jerezano de Bastiana, madre de Tomasito, y con él, naturalmente, capaz de rapear el Padre Nuestro. Brisa Fenoy, modelo, diseñadora y cantautora, señalará a los presentes ese enorme cementerio que es el Estrecho, "dicen que es el mayor del mundo". Sevilla, Cádiz, Jerez, San Fernando, El Puerto... ciudadades y paisajes humanos que conforman un ser y un sentir en el que la música es como el aire que se respira.

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