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Saura

El programa 'Gigantes de La 2' persigue resaltar los aspectos más personales del realizador, fotógrafo y pintor aragonés y apenas se adentra en sus más de 40 películas

La emisión el pasado jueves de 'Carlos Saura, el eterno creador' en la serie de Gigantes de La 2 resulta ejemplar para valorar los programas en los que el foco principal se centra en la personalidad del protagonista, en sus opiniones y las de los más próximos, o aquellos que tratan con mayor profundidad la obra del personaje elegido, como suele ser frecuente en la excelente serie Imprescindibles, también en La 2. Vida u obra, lo que no siempre son valoradas de forma coincidente: ahí están vidas como las de Céline o Drieu la Rochelle y obras como ...

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La emisión el pasado jueves de 'Carlos Saura, el eterno creador' en la serie de Gigantes de La 2 resulta ejemplar para valorar los programas en los que el foco principal se centra en la personalidad del protagonista, en sus opiniones y las de los más próximos, o aquellos que tratan con mayor profundidad la obra del personaje elegido, como suele ser frecuente en la excelente serie Imprescindibles, también en La 2. Vida u obra, lo que no siempre son valoradas de forma coincidente: ahí están vidas como las de Céline o Drieu la Rochelle y obras como El viaje al fin de la noche o El fuego fatuo.

El programa dirigido por Rodolfo Montero de Palacio y Mari Cruz Soriano, persigue resaltar los aspectos más personales del realizador, fotógrafo y pintor aragonés y apenas se adentra en sus más de 40 películas, que una buena parte de las mismas resultaron ser esenciales en la cinematografía nacional. Unas breves secuencias de cuatro o cinco largometrajes y las opiniones de Fernando Colomo, Juan Diego o Emilio Gutiérrez Caba, conforman su legado cinematográfico en el programa.

De su vocación fotográfica queda cumplida constancia en la muestra España en los 50. Fotos de la posguerra, en sus declaraciones "las primeras fotos las hice porque estaba enamorado de una niña. Tendría siete años o por ahí" o "España era un país medieval", en las de su hija Ana "las cámaras son como sus hijos, intocables", y en una extraordinaria colección de Leikas por más que destaca la Ernemann, una cámara de los años 20: "Fue el primero que comenzó a hacer fotografías sin flash porque la cámara tenía un objetivo muy luminoso".

Probablemente el aspecto más destacado en el programa fue el estupendo oído musical de Saura, que reconoció, a sus 86 años de edad, que lo que más lamentaba en su vida es no haber dominado un instrumento. Las bandas sonoras de sus películas son excelentes, desde Satie a los Chunguitos, y sus películas musicales, deslumbrantes. Una vida común y una obra extraordinaria.

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