arte

El canto punzante

La Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid reúne a cinco artistas que moldean el espacio y el tiempo a su antojo

'Ciencia-ficción' (2017), de Cris Blanco.

Todo empieza a ser muy impreciso en el campo de las exposiciones. También en la profesión del comisario, que sabe que se acaba un ciclo y que cualquier paso futuro implica buscar otros modos de presentar y comunicar el arte. Sabemos que la exposición ha dejado de ser un discurso cerrado para ser una plataforma desde la que generar múltiples posibilidades, proyectos donde se mezcle la educación con la producción, la distribución con la presentación. Cada vez es más importante la mediación, el diálogo y la comunidad. La construcción colectiva y afectiva. Hay que olvidar la pose y centrarse en lo...

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Todo empieza a ser muy impreciso en el campo de las exposiciones. También en la profesión del comisario, que sabe que se acaba un ciclo y que cualquier paso futuro implica buscar otros modos de presentar y comunicar el arte. Sabemos que la exposición ha dejado de ser un discurso cerrado para ser una plataforma desde la que generar múltiples posibilidades, proyectos donde se mezcle la educación con la producción, la distribución con la presentación. Cada vez es más importante la mediación, el diálogo y la comunidad. La construcción colectiva y afectiva. Hay que olvidar la pose y centrarse en los gestos.

A eso invitan, por lo general, los espacios dedicados a los artistas más jóvenes, lugares, por definición, experimentales y abiertos a cuestionar el límite de todo. En el mejor de los casos, desaparecen las categorías y el espacio se abre a un juego de expectativa. En los cantos nos diluimos, dice incluso el título de la muestra que ahora acoge la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid. Habla, precisamente, de ese modelo de exposición que genera sus obras a partir de eventos que escapan de lo expositivo: la performance, el taller, el happening, la coreografía y la conferencia performativa. La propuesta es de María Montero, ganadora de Se busca comisario, una convocatoria con mucho de lanzadera profesional. Las cinco artistas que ha reunido aquí han moldeado el espacio y el tiempo a su antojo. Leonor Serrano Rivas prefiere activar sus obras fuera del horario de apertura de esta sala. Anna Moreno se ha ido hasta el metro de Pavones para recrear el happening The Drowned Giant, que organizó Ricardo Bofill en 1970. María Mallo conduce el taller y Cris Blanco se encarga de la conferencia. Lo mejor es la propuesta de Rosana Antolí, que pide al público pequeños gestos con los que construye una coreografía colectiva. Sabe que adaptarse a la realidad es básico para poder trabajar desde un pensamiento ligado a la imaginación. Bienvenido sea.

‘En los cantos nos diluimos’. Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid. Hasta el 23 de julio.

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