Creaciones excitantes

El músico francés Matthieu Chedid factura junto a artistas como Toumani y Sidiki Diabaté un disco que reformula tanto el pop como las vibraciones africanas

¿Es una anomalía que el músico francés Matthieu Chedid, creador de ese personaje algo bizarro conocido como M, se líe discográficamente con los malienses Toumani y Sidiki Diabaté para facturar un disco que reformule tanto el pop como las vibraciones africanas? Puede. De hecho, el título bromea con esa posibilidad al hacer un juego de palabras con anomaly y Malí. Pero de encuentros aparentemente osados han salido creaciones excitantes. Lamomali lo es en la medida en que desechemos prejuicios. Ju...

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¿Es una anomalía que el músico francés Matthieu Chedid, creador de ese personaje algo bizarro conocido como M, se líe discográficamente con los malienses Toumani y Sidiki Diabaté para facturar un disco que reformule tanto el pop como las vibraciones africanas? Puede. De hecho, el título bromea con esa posibilidad al hacer un juego de palabras con anomaly y Malí. Pero de encuentros aparentemente osados han salido creaciones excitantes. Lamomali lo es en la medida en que desechemos prejuicios. Junto a M, Toumani (rey de la kora mandinga) y Sidiki, artistas como Fatoumata Diawara, el rapero Oxmo Puccino, el contratenor Philippe Jaroussky o Youssou N’Dour dan forma a un proyecto tal vez irregular, pero en absoluto liviano.

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