Opinión

Depilación

La vanidad también corrompe: sólo hay que contemplar a Jorge Javier Vázquez y su afán de protagonismo absoluto

Los presentadores de 'Supervivientes'.T5

Hasta de un programa como Supervivientesse pueden sacar conclusiones interesantes. Si ya sabíamos que el poder corrompe (y ahí está ese nutrido grupo de políticos españoles imputados), ahora sabemos que la vanidad también corrompe: sólo hay que contemplar la prepotencia, cuando no grosería, del presentador Jorge Javier Vázquez y su afán de protagonismo absoluto: chistes malos y fáciles, celestineos baratos, interrupciones constantes a su compañera presentadora, todo un alarde de quien se cree insustituible y omnipotente.

11 semanas de concurso en los paradisíacos -y paradójicos...

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Hasta de un programa como Supervivientesse pueden sacar conclusiones interesantes. Si ya sabíamos que el poder corrompe (y ahí está ese nutrido grupo de políticos españoles imputados), ahora sabemos que la vanidad también corrompe: sólo hay que contemplar la prepotencia, cuando no grosería, del presentador Jorge Javier Vázquez y su afán de protagonismo absoluto: chistes malos y fáciles, celestineos baratos, interrupciones constantes a su compañera presentadora, todo un alarde de quien se cree insustituible y omnipotente.

11 semanas de concurso en los paradisíacos -y paradójicos, cabría añadir- Cayos Cochinos desembocaron en una gala final eterna y sin la menor gracia que el presentador pensaba que era impresionante: "No se pierdan el siguiente vídeo, es brutal". Y el siguiente vídeo era comprobar como comían los últimos cuatro concursantes tras casi tres meses de hambruna. A ello habría que añadir momentos que el imprescindible Vázquez no dudaba en calificar de "muy emotivos": abrazos de Yola con su sobrina, de Mila con su hermana o de Suso con su chihuahua, aunque en realidad lo más emotivo de todo -casi milagroso- fue el prolongado silencio de Víctor Sandoval, algo impensable en quien había dado la tabarra al personal durante años con su tormentosa relación con Nacho Polo.

Probablemente el momento más interesante de la gala fue el primer corte publicitario en el que Lara Álvarez pudo disfrutar de 30 o 40 segundos de pantalla sin que su prepotente compañero le interrumpiera, un interesante y sorprendente anuncio sobre depilación eléctrica: ¿sabían que las piernas enteras de las damas valen 46 euros, y que las axilas y abdomen de los caballeros, 30? Lamentablemente nadie explicó el por qué de esa diferencia. Claro que tampoco nadie explicó, por ejemplo, que Jorge, el ganador del concurso, se llevó un talón de 200.000 euros y la tercera clasificada, Mila, según el portal vertele.com, se llevó 330.000 euros (30.000 por semana durante 11 semanas).

En resumen: lo mejor de la gala final de Supervivientes 2016 es que se acabó tras cuatro horas de difícil supervivencia.

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