Dudamel en la jungla

Comentan que el Rodrigo protagonista Mozart in the Jungle, esa seriecilla producida por Amazon, se basa en Gustavo Dudamel. Con conocimiento de causa les puedo asegurar que no tiene nada absolutamente que ver. No encuentra uno ni rastro del director de orquesta venezolano en esa caricatura de egomaniaco que dentro de un entramado de ficción completamente fallido encarna Gael García Bernal.

Ni rastro del carisma, el rigor, el firme c...

Comentan que el Rodrigo protagonista Mozart in the Jungle, esa seriecilla producida por Amazon, se basa en Gustavo Dudamel. Con conocimiento de causa les puedo asegurar que no tiene nada absolutamente que ver. No encuentra uno ni rastro del director de orquesta venezolano en esa caricatura de egomaniaco que dentro de un entramado de ficción completamente fallido encarna Gael García Bernal.

Ni rastro del carisma, el rigor, el firme compromiso con el arte de la música mayúscula como herramienta de transformación social hallamos en este tópico sin gracia, encerrado en el propio prototipo que se crea como mecanismo para, supuestamente, desacralizar un mundo que no necesita saldos para salvarse. Nada funciona: ni los arquetipos de músicos pringados trapicheando con marihuana, ni el choque de machos alfa entre lo viejo y lo nuevo para tensar el argumento de la basura tópica y argumental en su primera temporada. No pierdan el tiempo.

Si quieren verdaderamente descubrir a Dudamel, quien junto con el Sistema de Orquestas creado por José Antonio Abreu hace 40 años en Venezuela ha sido el mayor acontecimiento pedagógico que ha vivido el mundo de la música clásica presente, recuperen la luminosa entrevista que le hizo el maestro Gabilondo para Canal +, también emitida en la Cadena Ser.

En ese cara a cara hallarán el trascendente mensaje y la peripecia de un chico idealista nacido en Barquisimeto, convencido de que podía cambiar el mundo con cualquier sinfonía de Mahler. También entenderán la verdadera jungla en que se encuentra: la de no ser capaz de hallar argumentos suficientes para mantener una sana neutralidad en la fallida Venezuela gobernada por el cafre de Nicolás Maduro. La jaula de oro de la que apenas puede desmarcarse para proclamar un convincente mensaje de urgente cambio democrático en su país. Esa es la selva en la que actualmente permanece atrapado el genio de Dudamel.