Un dislate
Un programa que debería complementar la actualidad de la semana se convierte en un cajón de sastre en el que se resume lo informado hasta la saciedad
Sábado 25 de julio. 21.30 horas. La 1 de TVE. Informe semanal: un dislate. Hablamos de un programa informativo con 42 años ininterrumpidos de emisión desde que lo fundara Pedro Erquicia y por el que han pasado una excelente selección de reporteros, desde Sol Alameda a Manu Leguineche, por citar tan solo un par de ellos.
El programa del pasado sábado emitió tres reportajes. El primero sobre el secuestro de tres periodistas españoles en Siria —Sastre, López y Pampliega— “a los que se les perdió la pista hace 12 días”, según certificaba el propio programa. El segundo tuvo la págin...
Sábado 25 de julio. 21.30 horas. La 1 de TVE. Informe semanal: un dislate. Hablamos de un programa informativo con 42 años ininterrumpidos de emisión desde que lo fundara Pedro Erquicia y por el que han pasado una excelente selección de reporteros, desde Sol Alameda a Manu Leguineche, por citar tan solo un par de ellos.
El programa del pasado sábado emitió tres reportajes. El primero sobre el secuestro de tres periodistas españoles en Siria —Sastre, López y Pampliega— “a los que se les perdió la pista hace 12 días”, según certificaba el propio programa. El segundo tuvo la página web Versión Original del Ayuntamiento de Madrid como epicentro informativo. Se creó hace 10 días. El último versó sobre Cuba y el fútbol aprovechando la visita, el pasado 2 de junio, del Cosmos a La Habana. Las fechas demuestran la indolencia de los responsables de los informativos de TVE. Un programa que debería complementar la actualidad de la semana se convierte en un cajón de sastre en el que se resume lo informado hasta la saciedad.
Sobre los tres reporteros secuestrados en Siria Eric Fratiní, excorresponsal de guerra, apuntó algo novedoso: que las crónicas de quienes se juegan la vida se pagan a 30 o 40 euros por unidad. Una miseria. Sobre la web del Ayuntamiento se emitió un mero refrito de lo conocido con un añadido irritante: escuchar a Esperanza Aguirre afirmar que la mencionada web “trata de que el poder controle a la prensa en lugar de que la prensa controle al poder”. Es un caso extremo de memoria selectiva pues parece que no recuerda nada de sus nueve largos años al frente de la Comunidad y responsable de Telemadrid, un aparato de propaganda a su servicio. De la nueva relación entre Cuba y EE UU a través del fútbol, con un reportaje de hace casi dos meses, ¿qué decir que no sea un puro dislate?