Más luz

Al dedo machacado del español medio se le regala ahora hielo para que llegue a depositar su voto en la urna casi agradecido por el cariño

El ministro Cristobal Montoro.

Hay que felicitar al Gobierno cuando adopta una medida positiva. No tanto la reparación fiscal, que tiende a ser más electoralista que real. Al dedo machacado del español medio se le regala ahora hielo para que llegue a depositar su voto en la urna casi agradecido por el cariño. Pero sí en cambio la Ley de Racionalización del Sector Público, que va a permitir que sean públicas en una base de datos todas las subvenciones que otorgan los Gobiernos, entes locales y autonómicos de nuestro país. Esta era una de esas asignaturas pendientes que ha servido para que los líderes de opinión más manipulad...

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Hay que felicitar al Gobierno cuando adopta una medida positiva. No tanto la reparación fiscal, que tiende a ser más electoralista que real. Al dedo machacado del español medio se le regala ahora hielo para que llegue a depositar su voto en la urna casi agradecido por el cariño. Pero sí en cambio la Ley de Racionalización del Sector Público, que va a permitir que sean públicas en una base de datos todas las subvenciones que otorgan los Gobiernos, entes locales y autonómicos de nuestro país. Esta era una de esas asignaturas pendientes que ha servido para que los líderes de opinión más manipuladores lleven años dirigiendo la atención sobre unos sectores subvencionados y, sin embargo, ocultando la verdadera matriz de las ayudas estatales a otras industrias que le resultaban más afines o menos incómodas.

Esas groseras manipulaciones de la opinión pública se realizaban amparadas en la ausencia de datos. Y una de las razones por las que ha aumentado el desafecto de la ciudadanía por el sistema tiene que ver en el hecho de que no se sienten salvaguardados por los medios de comunicación, sino que los consideran parte interesada en muchos de sus controles a la Administración. Con la nueva ley que el Gobierno lleva al Senado para su aprobación, podremos conocer el destino de las ayudas directas y su cuantía, que este año superarán los 15.000 millones y que, a juzgar por el montante, no son mayoritariamente destinadas ni al cine ni a la Compañía Nacional de Ballet.

El aplauso definitivo a la reforma del Gobierno ha de aguardar a que la Intervención General del Estado cumpla con su parte del acuerdo, pues es quien hará públicos los datos. Es un derecho conocer estas inyecciones de dinero, como sucede con el nuevo plan de estímulo de compra de coches, el famoso PIVE, que ha llegado a su sexto empujón con otros 175 millones de subvención, y que ya suma en total 715 millones. En tiempos de caída de sectores y sostenimiento de otros, es bueno que los ciudadanos manejen información real proporcionada por el Estado y no por los interesados en dar luz a una mesa de la esquina y dejar en la oscuridad el resto del banquete.

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