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Por Equipo de Comunicación

Así se fabrican las réplicas del Oso y el Madroño que decorarán las calles de Madrid

Un equipo de cinco artistas da vida a los diseños ganadores del concurso de EL PAÍS que homenajeará a los profesionales que luchan contra la covid-19

A 40 kilómetros de Madrid, en la localidad madrileña de Sevilla la Nueva, un pueblo de 9.000 vecinos, un equipo de cinco artistas llenos de tinta y pintura se afanan por terminar 40 réplicas de la icónica escultura de Madrid, el Oso y el Madroño de la Puerta del Sol. Van bien equipados: portan pinceles, pistolas aerográficas, brochas, sprays y plantillas. Todo suma para representar los nuevos ―y diferentes― coloridos osos que cobrarán vida a partir del 1 de diciembre en el centro cultural Matadero de Madrid. Se trata de la fase creativa final de ¡Muchas gracias, Madrid!, un concurso de EL PAÍS, la cadena SER y el Ayuntamiento de Madrid que busca rendir homenaje a los colectivos profesionales que luchan para combatir la covid-19.

De los más de 500 participantes que enviaron sus versiones del Oso y el Madroño, 40 se erigieron como ganadores, y cualquier persona que pise Matadero del 1 al 19 de diciembre podrá verlos en la avenida principal, primero; y en diferentes lugares simbólicos de la ciudad del 10 de enero al 28 de febrero.

“Es un mismo proyecto, pero son 40 retos diferentes”, dice el escultor madrileño Dani Menor, de 44 años. Menor es propietario de Porexplan Decoración Temática, la compañía encargada de trasladar, de la forma más fidedigna posible, los diseños de los ganadores a las réplicas. En sus más de 20 años de experiencia ha trabajado para multinacionales como Disney, Warner y DreamsWorks. Su trabajo ha estado presente en premiers y festivales internacionales a través de réplicas de los personajes más icónicos del cine, la televisión y en todo tipo de decorados.

Antes de entrar al taller, una de las estatuas ya finalizadas da la bienvenida. Es la de una de los ganadoras, Macarena Smerdou. Está decorada con manos de colores sobre un fondo negro; un simbolismo que refleja la huella de todos esos profesionales: sanitarios, bomberos, policías... Dentro, un equipo de expertos se coordina a la perfección. “No es una tarea sencilla”, explica Menor, porque los dibujos han llegado en formato 2D. “Cada pieza tiene su complejidad, y hay que trasladar las propuestas a los relieves de la escultura. Las que llevan grafismos y las que son muy coloridas son las más complejas porque se necesitan diferentes técnicas. Alguna nos ha quitado al sueño, pero siempre encontramos la solución“, cuenta entusiasmado.

Dice que por suerte tiene a un equipo multidisciplinario. Habla de Jonathan Reyes, Iker García, José Ignacio Garo y Miriam Martín, el resto de artistas que se afanan al detalle. Son especialistas en Bellas Artes, montadores, escultores y artistas plásticos, que no se detienen un segundo. Este último fin de semana, hasta han hecho turnos de noche. “Es lo que tienen estos proyectos, son procesos lentos, delicados, muy intensos, y la recta final es importante, pero merecerá la pena”, dice en un breve receso Jonathan Reyes, otro de los miembros.

Jonathan Reyes, Iker García, Dani Menor, José Ignacio Garo y Miriam Martín, los artistas del concurso '¡Muchas gracias, Madrid!'.

Para Menor y su equipo, recibir este proyecto les dio esperanza hace casi un año, cuando el concurso comenzaba a gestarse y la pandemia atravesaba una época difícil. Primero, por el contenido simbólico que posee; pero también por el reto que suponía realizar los diseños en una época de incertidumbre: “Fue como si nos hubiera caído del cielo”, dice Menor al recordar lo más duro de la pandemia. “Es una oportunidad a nivel profesional y artístico, pero también como madrileño. El Oso y el Madroño es Madrid, simboliza nuestra ciudad y no conozco otra mejor de representación posible. Para nosotros es todo un orgullo”, asegura el artista.

Un homenaje a los héroes

Los diseños ganadores versionan la icónica estatua original de la Puerta del Sol: uno está dedicada al metro de Madrid por su labor esencial en tiempos difíciles; otro pone cara a las profesiones que estuvieron en primera línea en la pandemia, uno ilustra la espera de los vecinos en los balcones; otro más refleja un cielo azul de esperanza; y todos transmiten el mismo sentimiento: gratitud. Los ganadores fueron seleccionados por un jurado compuesto por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, la delegada de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, Andrea Levy; la directora de EL PAÍS, Pepa Bueno; la directora de la SER, Montserrat Domínguez, y representantes de los diferentes colectivos profesionales que trabajaron durante los momentos más duros de la pandemia.

Cualquier persona o colectivo profesional o aficionado podía participar en el concurso con una propuesta original que versionara la obra del escultor valenciano Antonio Navarro, de 1967. La iniciativa de EL PAÍS rinde homenaje a los profesionales que han estado en primera línea durante la pandemia, como los sanitarios, pero también a la gente que con su esfuerzo o resiliencia remó en una misma dirección: la del bien común. Como la propuesta ganadora de los hermanos madrileños Paloma y Vicente, de 44 y 57 años, que han representado un oso pintado de un cielo azul y unas nubes blancas, que explicaron por teléfono: “La idea está concebida desde la mirada de un niño con su globo rojo, que se escapa. Es nuestro homenaje a los que se fueron y a los que nos quedamos. Porque todos hemos luchado”.


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