Orcas embisten a dos veleros de la regata Ocean Race en el estrecho de Gibraltar

La tripulación del equipo JAJO y del Mirpuri/Trifork Racing de Portugal, participantes de la Ocean Race (la vuelta al mundo a vela), se vieron sorprendidas este jueves por tres orcas que se acercaron a toda velocidad a las embarcaciones y se lanzaron a golpear los timones. Fueron varios minutos de infarto en el momento en el que se encontraban realizando la maniobra de aproximación al estrecho de Gibraltar, describieron los tripulantes del JAJO. En un vídeo ...

La tripulación del equipo JAJO y del Mirpuri/Trifork Racing de Portugal, participantes de la Ocean Race (la vuelta al mundo a vela), se vieron sorprendidas este jueves por tres orcas que se acercaron a toda velocidad a las embarcaciones y se lanzaron a golpear los timones. Fueron varios minutos de infarto en el momento en el que se encontraban realizando la maniobra de aproximación al estrecho de Gibraltar, describieron los tripulantes del JAJO. En un vídeo grabado por ellos se observa a las orcas dando vueltas alrededor del yate holandés, antes de acelerar hacia él y comenzar a empujar los timones, mientras la tripulación golpea el casco en un intento de expulsarlas. “Fue un momento aterrador. Es impresionante verlos, son animales hermosos, pero también peligrosos para nosotros”, describe el capitán del equipo JAJO, Jelmer van Beek. Para escapar recogieron las velas y redujeron la velocidad del barco “tan rápido como fue posible y, por suerte, después de algunos ataques se marcharon”, relata. Los equipos, que están inmersos en la última etapa de la Ocean Race, contactaron con el Race Control de Alicante y comunicaron que no habían sufrido daños personales ni materiales.

“Son varias orcas que se encuentran al sur de Barbate y hay otro grupo más en la zona de Portugal”, explica Alfredo López, biólogo marino e integrante del grupo de Orca Atlántica. En concreto, es un grupo de 15 orcas, al que se conoce genéricamente como gladis, en el que se encuentra la famosa Gladis blanca, la más adulta del grupo, protagonista viral involuntaria en las redes sociales por las embestidas a los barcos. El inicio de este comportamiento, inusual en esta especie y que en ocasiones causa importantes daños en las embarcaciones, comenzó en julio de 2020. No existe ninguna certeza de la razón que lleva a estos impresionantes mamíferos a comportarse de esta forma, aseguran los expertos en cetáceos. Se ha hablado de la posibilidad de que la primera ballena que inició los acercamientos a los botes, que podría ser Gladis blanca aunque no está comprobado, lo hiciera tras sufrir un encontronazo con un barco que le ocasionó un trauma. Los investigadores lo relacionan también con la curiosidad y la afición al juego que caracteriza a estos animales.

López indica que los veleros de la Ocean Race son muy veloces y no navegaban cerca de la costa, por lo que es más fácil toparse con las orcas. “Ellos se confían porque tripulan barcos muy veloces, pero a ellas la velocidad les gusta más que a un niño un caramelo”. En todo caso, añade, ese barco lleva dos timones y si realmente quisieran hacer daño su comportamiento sería mucho más violento. “No sabemos si es el grupo de la orca Gladis, es un ejemplar grande y es hembra, pero no estamos seguros”, responde. En sus interacciones las orcas se acercan a diferentes tipos de barcos,“pero son los veleros los que más daños sufren porque hacen palanca con el timón y en ocasiones consiguen romperlo. “Saben que si golpean el timón la embarcación gira y la pueden dirigir”, explica el biólogo. No lo consideran ataques. “Se ve en el vídeo que a pesar de que está tocando el timón, no hay agresividad, pero es una pala tan delicada que la pueden partir”, concreta López.

“Las aguas con una profundidad menor de 30 metros son más seguras por las interacciones con orcas en esa zona, pero eso no es todo en el mar, los navegantes deben comprobar las condiciones meteorológicas y si la zona es segura en ese momento para la navegación”, comenta López. En lo que va de 2023, la organización Orca Atlántica ha detectado hasta 53 interacciones en el área del estrecho de Gibraltar: en 12 se han registrado daños en los barcos y 31 han correspondido a avistamientos. Las orcas se irán marchando entre junio y julio, porque siguen la estela de su alimentación: los atunes. Pasarán por Portugal y seguirán la costa hasta alcanzar Galicia, desde donde se abrirán en abanico por el océano Atlántico. Al final del próximo invierno (febrero o marzo) se reunirán y volverán a entrar por el Estrecho de Gibraltar. El Ministerio para la Transición Ecológica en colaboración con la organización de Conservación, Información y Estudio sobre Cetáceos (CIRCE) ha marcado una orca en el estrecho. Con los datos de satélite se elabora un mapa de la zona aproximada por donde se están desplazando, que se pone a disposición de los navegantes para minimizar el riesgo de encontrarse con las familias conflictivas en la web del ministerio.

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