Las “insólitas” temperaturas de octubre: máximas de 35 grados en Jerez y mínimas de 25,5 en Santander
En lo que va de otoño, solo se han registrado heladas en dos de los 240 observatorios principales de Aemet, en la localidad orensana de Xinzo de Limia y en la burgalesa Palacios de la Sierra
Los expertos en meteorología no saben ya qué calificativos emplear para hablar de las anomalías de temperatura de este octubre. Todos los días del mes, salvo el 1, los valores han superado el promedio, y en la mayor parte de ellos, por mucho. En especial, durante el episodio de calor de las últimas jornadas, que ha disparado tanto las máximas como las mínimas entre ...
Los expertos en meteorología no saben ya qué calificativos emplear para hablar de las anomalías de temperatura de este octubre. Todos los días del mes, salvo el 1, los valores han superado el promedio, y en la mayor parte de ellos, por mucho. En especial, durante el episodio de calor de las últimas jornadas, que ha disparado tanto las máximas como las mínimas entre 5° y 10° por encima de lo normal para estas fechas. Aunque este viernes han comenzado a bajar de forma gradual y ligera, aún seguirán muy altas durante todo el puente de Todos los Santos y no se vislumbra que se normalicen a valores otoñales hasta el jueves/viernes de la semana que viene, ya en noviembre.
El episodio comenzó el martes 25, cuando Melilla “alcanzó su máxima más alta para octubre de toda la serie, con 36°, casi dos más que el anterior récord”, destaca la portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) Beatriz Hervella, que señala otros “valores atípicos” registrados, como 33° en el valle del Genil en Granada, 28-29° en el litoral vasco y cántabro, y 33° en zonas puntuales de Baleares.
El miércoles 26 se llegó a 35° en Jerez de la Frontera (Cádiz) y el puerto de Palma igualó su jornada de octubre más cálida con 31,2°. En el peor día, el jueves 27, con valores “extremadamente anómalos” de entre 7° y 13° por encima de lo normal, se superaron los 35° en puntos de Sevilla y Córdoba ―35,4° en Morón de la Frontera, 35,3° en Écija, 35,2° en Fuente Palmera y 35,1° en La Rambla― y los 30° en más de un centenar de observatorios de Aemet, algo que el portavoz de la agencia meteorológica Rubén Del Campo califica de “insólito a estas alturas del otoño”.
Aunque las temperaturas de este periodo están siendo “extraordinariamente altas tanto de día como de noche, la anomalía se nota con más fuerza en las mínimas”: la madrugada del 27 fue propia de comienzos de julio o de finales de agosto. Según apunta la meteoróloga de TVE Núria Seró, fue el mundo al revés, ya que “muchas temperaturas mínimas del día deberían haber sido las máximas”.
Así, hubo noches tropicales ―aquellas con temperaturas por encima de 20°― en 75 estaciones, incluidas varias en el Cantábrico, donde no se bajó de 25° ―que corresponden ya a lo que se denominan noches tórridas― en Irún. Que haya una noche tórrida es “algo muy, muy poco frecuente” a finales de octubre, contextualiza Del Campo. En Santander, tanto en el observatorio de la ciudad como en el aeropuerto, no se bajó de 24,8° y 25,5°, respectivamente. “Se trata de la temperatura mínima más alta desde que hay registros (1954), no solo de octubre, sino de todo el año”, explica Del Campo, para añadir que los anteriores récords datan de agosto de 2003, con 22,8° en ambas estaciones. De madrugada, se midieron incluso 30° en San Sebastián y Bilbao.
En total, el jueves se batieron siete récords de calor. Fue la noche más calurosa de octubre en San Sebastián (Guipúzcoa), donde el observatorio de Igueldo, con datos desde 1928, marcó una mínima de 24,3° ―casi dos grados por encima del anterior récord―; también se batieron las mínimas mensuales en el aeropuerto de Bilbao, con 22,6°; en Burgos, con 16,3° (una marca de 1943), y en Segovia, con 17,7°. La relación de récords se completa con el día más cálido de octubre nunca observado en el aeropuerto de Granada, que llegó a 34°, un valor inédito desde 1972.
Además, durante este evento se han batido dos récords de días cálidos en su conjunto, el 26 y el 27, que son los más cálidos comparados con la temperatura de esos mismos días desde 1950. Y “probablemente serán tres con este viernes 28”, anota Del Campo. El 27 fue, además, el 6º día más cálido registrado en todo octubre y el primero comparando solo con los de la segunda quincena. De los 2.232 días de octubre desde 1950 analizados por Aemet, solo cinco han sido más cálidos que este, todos ellos en la primera quincena y en los últimos 13 años.
“Este periodo es totalmente extraordinario, porque va a sumar por sí solo tres días a la cuenta de récords de días cálidos si finalmente el viernes también lo es. En 2022 ascenderían a 28, frente a tan solo dos récords de días fríos. En prácticamente todo un mes a lo largo del año se han alcanzado temperaturas sin precedentes, cuando en un clima sin alterar son esperables cinco días para todo el año. ¡Es cinco y medio veces más que lo normal!”, destaca Del Campo.
La causa es una dorsal o región de áreas presiones asociada a aire cálido, que actúa de bloqueo e impide acercarse a las borrascas atlánticas a la Península, al tiempo que insufla contra ella vientos cálidos del sur. Del Campo explica que los temporales de viento del sur son relativamente frecuentes en otoño en la cornisa cantábrica, donde se los llama suradas y donde son conocidos por disparar los termómetros y el riesgo de incendios. Pero “viento del sur en otoño ha habido siempre, temperaturas como las de este octubre, nunca”. Para este experto, “está claro que la atmósfera está dopada por los gases de efecto invernadero procedentes de emisiones humanas, que provocan el cambio climático”.
Aunque prefiere ser cauteloso hasta que se realicen estudios de atribución ―con eventos extraordinarios de calor la ciencia no lo considera ya ni necesario: el informe IPCC de 2021 afirma claramente que el calor medio y extremo está subiendo en todos los continentes por el cambio climático―, el meteorólogo de Eltiempo.es Roberto Granda opina que “la acumulación de anomalías es signo inequívoco de que algo está pasando”. Y lo que está pasando, detalla, es que “los patrones atmosféricos de este año son muy distintos, el clima está cambiando”. “La corriente en chorro ―una corriente de vientos muy intensa que circula de oeste a este y que separa las masas de aire frío del norte de las cálidas del sur―, está más débil y más ondulada debido al calentamiento global, lo que afecta a cómo se distribuyen los anticiclones y borrascas. Al final, lo que tenemos ahora es lo que se lleva repitiendo una y otra vez desde mayo, una dorsal encima y una vaguada en el Atlántico”, explica.
Más allá de este episodio concreto, según un recuento realizado por Granda, a lo largo del mes y hasta este viernes se han batido en las estaciones principales de Aemet más de 40 récords de máximas y, lo que es más “sorprendente, llamativo y destacable”, de mínimas. Este experto pone como ejemplo “de brutalidad” Medina de Pomar (Burgos), que ya tumbó su récord de todo el año en verano y que ahora ha vuelto a hacerlo y por dos grados, con 22,2°. También apunta a Burgos, donde debería de estar haciendo 5° o 6° y ha superado su récord, con 16°, en casi noviembre. “Diez grados por encima de lo que debería hacer es una barbaridad”, subraya. “Y no es de lo peor: Ávila lleva medio mes, desde el día 16, superando el percentil 90 de mínimas salvo por un día”, añade.
En lo que va de otoño, las heladas todavía no han hecho acto de presencia. Tan solo se han producido en dos observatorios principales de Aemet: en la localidad burgalesa de Palacios de la Sierra (-1,1° el 25 de septiembre) y en la orensana de Xinzo de Limia (-0,5° al día siguiente). “En septiembre no es nada raro que los termómetros bajen de 0°, incluso en algunas capitales de provincia hay años con alguna helada. En octubre ya debería de empezar a helar en sitios fríos como Molina de Aragón (Guadalajara), Burgos, Soria, zonas de Zamora, de León, de Teruel...”, comenta Granda. Pero no lo ha hecho. “Este otoño, España ha cambiado las heladas por noches tropicales. Es demencial”, opina este experto.
“Aunque no ha terminado, octubre ha sido lo suficientemente anómalo como para poder definirlo como el octubre más cálido de España de la serie ―que arranca en 1961― por encima de octubre de 2017. La anomalía promete ser significativa e incluso veremos si será de récord, pero tenemos que esperar a que acabe”, sentencia Hervella.
Y aún queda calor extemporáneo por delante. Las temperaturas, pronostica Del Campo, no bajarán a valores propios del otoño en el conjunto del país hasta el jueves 3 o el 4 de noviembre. “La bajada irá por zonas. En el noroeste ―Galicia, Asturias, Castilla y León y norte de Extremadura― las temperaturas se normalizarán probablemente el domingo o el lunes, pero en el resto seguirá el ambiente cálido hasta finales de semana”, concluye el portavoz de Aemet.
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