El cruel destino de la mejor promesa del arco chileno

Hace exactamente dos años, Cristóbal Campos parecía tener todo el futuro por delante. Pese a su juventud, era pieza clave en su club, la Universidad de Chile, además, el técnico de la selección chilena, Eduardo Berizzo, lo había convocado en la nómina para enfrentar los amistosos ante Marruecos y Qatar.

Hoy, ese futuro es incierto. Un accidente automovilístico sufrido en la carretera le significó la amputación del pie derecho. Jorge Ibáñez, el director de la Asistencia Pública donde se realizó la operación, señaló que “fue posible reconstruir la extremidad”, pero fue claro en indicar que la “evolución es incierta”. Esto es algo muy dinámico, se está evaluando continuamente, puede ir cambiando por la gravedad de la lesión. No podemos garantizar la viabilidad en el largo plazo. Tiene otro tipo de lesiones que lo vuelven un paciente crítico, aunque no está en riesgo vital. No se puede anticipar un pronóstico”. En otras palabras, no es posible determinar si Campos alguna vez podrá retornar al fútbol profesional.

“Nuestra esperanza es que la evolución sea de forma positiva y que el jugador pueda, no sé si seguir jugando fútbol, pero, al menos, llevando una vida un poco más normal y sin sufrir la amputación definitiva de su pie”. A las pocas horas de ocurrido el accidente, el Sindicato de Jugadores anticipaba que acompañaría al jugador en su rehabilitación, reflejando el estado de preocupación que el accidente provocó. “Pudo ser más grave. Perdió el control de vehículo cuando viajaba entre San Antonio y Santiago, de madrugada. La camioneta volcó, estrellándose contra las barreras de contención”, detallaron los Carabineros que llegaron al lugar para las labores de rescate. La prontitud en el traslado permitió que fuera rápidamente ingresado a pabellón.

Campos es un caso atípico en el fútbol chileno. Se formó en las divisiones menores de Colo Colo, pero prefirió terminarlas en la Universidad de Chile, los dos clubes más populares del fútbol chileno. Se probó en el Sporting de Lisboa en el 2017 y seleccionado chileno sub 20 en el 2019. Era el arquero más promisorio del medio cuando fue convocado a la selección mayor y pasó a ocupar el puesto de titular en la Universidad de Chile, aprovechando que la pandemia mermó al plantel en el debut de la Copa Libertadores del 2019 ante el Internacional de Porto Alegre.

Tras debutar como titular en La Roja en junio del 2022 ante Cuba, se consolidó como titular por merecimientos en la U, donde debió batallar el año pasado con la mala campaña de la institución, que batalló para librarse del descenso. Un incidente por violencia intrafamiliar y varias polémicas futboleras le significaron una dolorosa rescisión de contrato a fines del 2023.

Cuando se esperaba que firmara por otro club importante, prefirió jugar por San Antonio, un equipo portuario de la segunda división. Allí estaba, esperando una nueva oportunidad en primera, cuando perdió el control de su camioneta, por causas que se investigan. Justo cuando se rumoreaba que O’Higgins de Rancagua lo convocaría para reemplazar a su lesionado arquero Nicolás Peranic.

Hoy, Campos salió del riesgo vital, pero comienza un largo camino de rehabilitación para rehacer su vida. Con el fútbol, aparentemente, lejos de su destino.

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