El viaje de Ayuso a Chile termina sin acuerdos comerciales y con críticas a Sánchez

Poco ruido hizo la visita de cuatro días de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a Santiago de Chile. Mientras en España se conocía la imputación judicial a Alberto González Amador, su pareja, por dos delitos de fraude fiscal y uno de falsedad documental presuntamente cometidos a través de la empresa Maxwell Cremona, la figura del Partido Popular se reunía con empresarios y estudiantes chilenos para promocionar la capital española. No sostuvo ningún encuentro con autoridades políticas, a pesar de los intentos que hizo la dirigencia de la coalición de derecha tradicional Chile Vamos para reunirse. Argumentaron que se trataba de un viaje institucional y no político, a pesar de que durante la mayoría de sus intervenciones criticó con dureza al Gobierno del socialista Pedro Sánchez.

Las actividades de la presidenta de la Comunidad de Madrid con representantes de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) o de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) no se tradujeron en la firma de acuerdos o compromisos. Su entorno explica que son viajes para “sembrar”.

En los cuatro días de visita, Díaz Ayuso respondió en una ocasión las preguntas de la prensa -en la que no había presencia de medios locales- y concedió dos entrevistas. Una a El Mercurio y otra a El Líbero, con líneas editoriales afines al mundo conservador y de la derecha chilena. En ellos aprovechó para cargar contra el Gobierno español, señalando que está “en un proceso de deterioro institucional” y que padecen “un intento de minar el orden constitucional”. También planteó que a los grupos contrarios al pensamiento liberal “les conviene la tensión, como les ha convenido aquí en Chile cuando las cosas iban bien”, haciendo referencia al estallido social de 2019 en un intento de instalar la idea de que al empresariado le “preocupa enormemente” lo que está pasando con la política del Gobierno central.

En el coloquio con la directiva de El Líbero fue la única ocasión donde se la vio compartir con una autoridad política chilena, la senadora Ximena Rincón, exdemocristiana, partido de la centroizquierda y hoy en Demócratas, una formación nueva más cercana a la derecha. En otro viaje institucional realizado por la presidenta de la Comunidad de Madrid a Nueva York y Washington, sí accedió a reunirse con autoridades. Eso sí, su equipo había confirmado la asistencia de 38 legisladores demócratas del caucus hispano en el Capitolio, pero finalmente participaron cinco miembros -de manera híbrida- en una breve reunión en uno de los edificios aledaños a la sede principal del Congreso estadounidense.

Díaz Ayuso realizó la visita acompañada por el consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana. La tarde del viernes, por ejemplo, promocionó el intercambio de estudiantes en la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile, la principal institución de educación superior estatal del país sudamericano. En una intervención de 15 minutos repitió con insistencia la idea de que Madrid es una ciudad de “jóvenes libres”, “ciudadanos libres”, “espíritu libre”. También aprovechó para contar ante una sala con 60 personas que, al acabar sus estudios de periodismo, a los 22 años, con una amiga se fueron “a la aventura” a Ecuador. “Llegué y dije, pero si hablamos lo mismo, el mismo idioma. Estaba acostumbrada a que a dos horas hablaba en inglés en Londres, francés, en Francia. Me pareció fascinante cómo no habíamos sabido sacar provecho de algo tan fuerte, con tanto en común”, relató.

El vicedecano de la FEN, Enrique Manzur, fue el encargado de presentar a Ayuso y advirtió que no iba “a hablar de política”. Durante un breve conversatorio para promover el intercambio estudiantil, la presidenta de la Comunidad de Madrid remarcó que “ahora mismo la situación política de España no está ayudando del todo a la inversión, aunque es verdad que España es un país fuertemente descentralizado, y eso permite que las comunidades autónomas, las regiones, luego tengamos margen para trabajar nuestra fiscalidad y para aplicar políticas distintas”

Ayuso visitó Chile, el primer país latinoamericano de sus viajes institucionales, aconsejado por Invest in Madrid, el organismo de la Comunidad de Madrid encargado de detectar dónde puede haber “relaciones fructíferas para el intercambio de inversiones”. Lo hizo un par de semanas después de que el presidente Pedro Sánchez viajara a la capital chilena para reunirse con su homólogo Gabriel Boric, donde hicieron gala de su sintonía progresista.

El cierre del viaje donde sostuvo cinco encuentros oficiales con empresarios de distintos sectores -bancario, vitivinícolas, financiero, entre otros- se realizó este lunes en un encuentro con alumnos en la Universidad de los Andes, una institución privada del Opus Dei, donde nuevamente destacó las oportunidades del sistema universitario en Madrid.

Consultada por EL PAÍS sobre la imputación a su pareja, a quien defendió en un principio y luego se supo que admitió “dos delitos contra la Hacienda Pública por el Impuesto de Sociedades, 2020 y 2021″, Ayuso se excusó de que no podía referirse al tema ahora que está judicializado, pero que “se demostrará lo que pasa y lo que he dicho y después se valorará”.

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