Qué está pasando con el volcán Villarrica en Chile y qué significa la alerta naranja

Los organismos de emergencia de Chile han decretado una alerta naranja para el volcán Villarrica, macizo ubicado entre las regiones de La Araucanía y Los Ríos, a casi 800 kilómetros al sur de la capital Santiago de Chile. La zona, destacada por su intensa actividad turística, ha tomado todas las medidas para una eventual emergencia, en una situación que es monitoreada por los científicos y expertos a cada minuto.

El Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (Sernageomin), el organismo a cargo de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica, detectó el pasado fin de semana un aumento en la sismicidad en el sector. “Se ha observado un incremento paulatino de la energía y ocurrencia en las señales tipo tremor (asociadas a movimientos de fluidos) llegando a un valor de 64,7 centímetros cuadrados de desplazamiento reducido (DR), con una señal acústica asociada de 28.8 Pascales”, dijo el servicio en un comunicado emitido el domingo.

La inestabilidad del Villarrica ha llevado a las autoridades a ampliar el perímetro de exclusión a los alrededores del cráter. Además han recomendado a las personas no acercarse al volcán, evitando las excursiones hacia el parque nacional que está ubicado alrededor. También se estableció un plan ante una posible evacuación de los sectores poblados, siempre y cuando sea necesario.

La actividad del Villarrica

El Villarrica es uno de los cuatro más activos de Sudamérica. Posee una altitud de 2.860 metros y está ubicado entre las provincias de Cautín y Valdivia, donde también se emplazan los lagos Villarrica y Calafquén. Se trata de un estratovolcán, ya que corresponde a un edificio o aparato volcánico formado por la superposición de material piroclástico y derrames de lava comúnmente alrededor de un conducto central.

Las erupciones más recientes del macizo ocurrieron durante los años 1984, 2000 y 2015. En el último episodio, la autoridad geológica chilena debió declarar la alerta roja debido a la emisión de una intensa columna de lava y ceniza. De manera preventiva se evacuaron a 3.600 personas debido a los peligros generados por el deshielo —lahares—en el cono volcánico.

Qué significa la alerta naranja

La alerta naranja decretada en la zona cercana al volcán es una de las cuatro determinadas para el monitoreo de la actividad volcánica. En ella se define que la actividad del macizo es más inestable de lo habitual, con explosiones, aparición de fumarolas y con un incremento en la sismicidad. Si estos parámetros crecen en intensidad, y con la certeza de la ocurrencia de un evento eruptivo de mayor volumen, se pasaría a la alerta roja.

Zona de exclusión

La alerta naranja en el volcán Villarrica establece un radio de exclusión es de ocho kilómetros desde el centro del cráter activo, ya que se estima que la afectación de la posible erupción podría alcanzar dicha distancia. Aquello implica que ninguna persona se deberá acercar a esa altura. La medida será fiscalizada por personal de Carabineros, que realizará patrullajes en el perímetro.

En paralelo a la revisión de la actividad volcánica, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), la entidad estatal a cargo de gestionar las emergencias en Chile, declaró alerta amarilla para los municipios de Villarrica, Pucón, Curarrehue y Panguipulli.

Suspensión de clases

Los municipios cercanos al Villarrica han tomado algunas decisiones para resguardar a sus habitantes. Durante el pasado lunes las comunas de Pucón, Curarrehue y Villarrica anunciaron que cerrarían sus escuelas y suspenderían sus clases “hasta nuevo aviso”. También se determinó el traslado de los pacientes que se encontraban internados en los hospitales de Villarrica a Pucón hacia otros recintos de salud de La Araucanía.

La zona afectada también forma parte de un circuito lacustre que recibe la visita de miles de turistas al año. Los gremios del sector han advertido que la reactivación del volcán podría mermar su actividad, con millonarias pérdidas, por lo que pidieron la creación de un plan de mitigación para enfrentar el impacto económico de la emergencia.