Latinoamérica debate sobre las reformas, derechos y diálogo social en la región más desigual del planeta
Prisa Media Chile y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) celebran un foro regional en Santiago de Chile
En la región más desigual del planeta, América Latina, los retos tras la pandemia son diferentes a los de otros lugares del mundo. La crisis sanitaria —que costó aquí al menos 1.600.000 vidas― encontró a esta zona del planeta en una combinación de bajo crecimiento, crecientes tensiones sociales y aumento de la pobreza y de las inequidades. Los desafíos ante el futuro parecen urgentes y, justamente, han sido el corazón de las conversaciones que este viernes, en Santiago de Chile, se han sostenido en el foro...
En la región más desigual del planeta, América Latina, los retos tras la pandemia son diferentes a los de otros lugares del mundo. La crisis sanitaria —que costó aquí al menos 1.600.000 vidas― encontró a esta zona del planeta en una combinación de bajo crecimiento, crecientes tensiones sociales y aumento de la pobreza y de las inequidades. Los desafíos ante el futuro parecen urgentes y, justamente, han sido el corazón de las conversaciones que este viernes, en Santiago de Chile, se han sostenido en el foro El reto social de América Latina, reformas, derechos y diálogo social, organizado por Prisa Media y con la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). En un encuentro que abrió la ministra de Relaciones Exteriores chilena, Antonia Urrejola, quien aseguró que “los progresismos promueven el cambio del status quo”, la conversación inició con la intervención de Mariano Jabonero, secretario general de la OEI, Carlos Núñez, presidente de Prisa Media, y un mensaje grabado de José Mujica, que presidió Uruguay entre 2010 y 2015.
“Si no influimos en el rumbo de nuestra vida, el mercado se va a encargar de que envejezcamos pagando cuotas y de que vivamos confundiendo felicidad con tener”, aseguró Mujica, en un discurso muy aplaudido y convocante. “Nada cambiará sustantivamente si los humanos no nos organizamos y luchamos por un bien superior. No le echemos la culpa al mundo. Asumamos la responsabilidad de nuestra pasividad”, agregó el expresidente del Frente Amplio uruguayo, quien realizó un llamamiento a los líderes a comprometerse con causas sociales que procuren un cambio sustantivo. “No estamos en una época de cambio, estamos en un cambio de época”, reflexionó en un breve mensaje.
En los distintos paneles se ha hecho especial énfasis en toda clase de inequidades: entre hombres y mujeres, tecnológica, entre ricos y pobres, distancias educacionales, y muchas otras. Y en la forma en que la pandemia hizo dejar de lado en América Latina los desafíos en materia medioambiental. Para Ernesto Samper, presidente de Colombia entre 1994 y 1998, la crisis de la covid-19 ha dejado una lección importante: “No podemos prescindir del Estado como productor de grandes bienes sociales. No podemos sacarlo de la salud, la educación o la vivienda. Tenemos que reivindicar el papel fundamental del Estado en el cambio social”, aseguró Samper en la conferencia inaugural del foro. Para el abogado y economista, la invasión a Ucrania ha dejado de manifiesto un proceso de desglobalización.
Para realizar un diagnóstico sobre la pobreza y la inequidad no se puede pensar en América Latina como un cuadro estático, según el colombiano, porque se trata de una realidad cambiante que contempla elementos diversos como el cambio climático –”a nuestra región le afecta sustancialmente”–, la informalidad en el trabajo, que llega a un 57% en esta zona del planeta, y los retos en fiscalidad: “Mientras en Europa alcanza entre un 45% y un 50%, la nuestra apenas llega al 18% o 20%. ¿Cómo se puede hacer un cambio social con eso?”, se preguntó Samper. “Necesitamos empezar a repartir la vaca. No se resuelve solo repartiendo la leche”, ejemplificó este viernes en Santiago de Chile, en un foro que cierra con una conversación entre la directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, y el presidente de Chile, Gabriel Boric.
En el panel Las bases de un nuevo contrato social para América Latina, que moderó Jan Martínez Ahrens, director para América de EL PAÍS, el académico chileno Cristóbal Bellolio hizo un agudo análisis respecto del camino constituyente chileno, que continúa luego del plebiscito del 4 de septiembre pasado, cuando un 62% de los votantes rechazó la propuesta de texto de la convención constituyente. Para Bellolio, autor de El modelo populista chileno, se trata de un proceso “semifallido” y lo describió como “un penal sin arquero cuya pelota se mandó a las nubes”, en referencia a la oportunidad perdida por el oficialismo y los sectores progresistas. El académico hizo una enumeración de lecciones políticas sacadas por Chile en estos meses, que se pueden observar en el resto de la región: Una Constitución “puede transformarse en letra muerta si no va acompañada de prácticas políticas”, dijo.
El exministro, exprocurador y constituyente colombiano Fernando Carrillo aseguró que “las Constituciones que han funcionado en la América Latina han sido producto de consensos” y que “el espíritu de reforma tiene que enfocarse en unir, no en polarizar”, mientras la abogada Carol Proner se refirió a la dimensión internacional de las reformas sociales basadas en derechos. Para la abogada y miembro del Secretariado Internacional de la Asociación Brasileña de Juristas por la Democracia (ABJD), que hizo un profundo análisis del momento político de su país con las presidenciales de este fin de semana, hoy se hace fundamental “reconstruir las bases de un nuevo contrato social en América Latina, pero sin silenciar los hechos recientes que han afectado a algunas de estas democracias”.
La elección presidencial de Brasil surgió en varias ocasiones en el foro este viernes. En el conversatorio Nuevos gobiernos y nuevas políticas sociales en América Latina –moderado por la periodista Constanza Santa María y donde participó Carlos Gabas, exministro de desarrollo de Brasil–, la embajadora de México en Chile, Alicia Bárcena, opinó: “Si gana Lula, tenemos una opción muy grande de ir más allá de los nacionalismos y realizar un proyecto regional. México y Brasil pueden ser artífices de una gran alianza en esa dimensión”, dijo. Bárcena puso especial énfasis en el modelo productivo en la región. “Tenemos que enfocarnos en estilos de desarrollo que nos permitan ser los proveedores de la parte baja de la cadena de producción y pasar a la parte alta”, analizó la exsecretaria ejecutiva de CEPAL.
Para el socialista Luis Maira, intelectual, académico y diplomático chileno, “América Latina no es una región con entidad jurídica, es una región fáctica. Los líderes están teniendo un cambio en sus contenidos y protagonistas, que no son los mismos que 10 años atrás”. Para Maira –muy cercano al presidente chileno–, “experiencias como la Petro en Colombia y Boric en Chile van a tener una marcada diferencia con los gobiernos de izquierda conocidos hasta ahora”. “Hoy tienen una expresión más compleja, una plataforma más clara. Su novedad es su crecimiento, no su existencia, y la capacidad de haberse agrupado en un frente”, aseguró Maira, quien ha hecho un llamamiento a revisitar la necesidad de cooperación entre los Estados latinoamericanos. “En pandemia redescubrimos el egoísmo de los países y la falta de coordinación. El gran desafío ahora es hacer de Latinoamérica una región integral, no solo de facto”.
Carlos Malamud, catedrático del Real Instituto El Cano, se ha preguntado si existe un nuevo modelo social en América Latina. “Yo creo que no. Seguimos anclados en los mismos paradigmas del pasado. Dudo mucho que exista un nuevo modelo social en la región”, aseguró el profesor universitario y escritor argentino. Para Malamud, lo de Brasil este fin de semana todavía resulta una incógnita: “No estoy tan confiado en que Lula pueda ganar en la primera vuelta, e incluso no destacaría que Bolsonaro gane en segunda”.
La intervención de Margarita Aravena, la directora OEI Chile, inauguró el panel Redefinir el Estado de bienestar en la era de la digitalización, moderado por el periodista Antonio Quinteros. Con la participación de Jabonero, en este espacio intervino el ministro de Educación chileno, Marco A. Ávila, quien explicó el camino del actual Gobierno de Gabriel Boric: “Hay que transformar el actual modelo de subvenciones. Es imposible no seguir subvencionando a las escuelas a partir de la asistencia”, aseguró el profesor, que inició en marzo en el Ministerio de Educación.
Entre los retos que enfrenta la región este 2022 se encuentra el acceso a la información. La periodista chilena Mónica González expuso en la el diálogo sobre El papel de los medios de comunicación en la salud de la democracia. Para la premio Nacional de Periodismo 2019, autora de clásicos de la investigación como La conjura, “el periodismo está en crisis. El modelo de financiamiento voló por los aires. No hay profesión más precaria. El negocio está obsoleto y la credibilidad en el suelo. Lo valioso es que, fruto de esta crítica, el periodismo independiente ha encontrado una forma de informar sobre lo que se quiere ocultar”, aseguró González.
Antes de la entrevista de la directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, al presidente de Chile, Gabriel Boric, el foro finalizó con la conferencia Transformación productiva y sustentabilidad en América Latina, dictada por Sergio Díaz-Granados, presidente del CAF, el Banco de Desarrollo de América Latina, y de María Inés Salamanca, coordinadora de ONU Mujeres en Chile y especialista de Alianzas de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe. Para Salamanca, uno de los grandes activos del proceso constituyente chileno –redactado por igual número de hombres y mujeres y con un marcado acento feminista–, fue haber instalado el tema de la paridad y de los cuidados en el centro de la agenda política chilena. Alertó, sin embargo,de que los avances conquistados pueden perderse, y esto vale tanto para Chile como para el resto de la región, que no es la más pobre, pero sí la más inequitativa del globo.