Noche de furia en El Prat por un Opel Kadett

Un hombre amenaza y hiere a tres policías con su coche tras un altercado a la salida de una discoteca

Exterior de la discoteca Casino, en el polígono industrial de El Prat de Llobregat. MASSIMILIANO MINOCRI

La bronca empezó a las 4 de la madrugada del pasado domingo. Ginés G. C. vio a un tipo apoyado relajadamente en su viejo Opel Kadett frente a una discoteca ubicada en un polígono industrial de El Prat de Llobregat. Le afeó que tocara su coche, pero la advertencia no fue más que una “excusa”, según los Mossos, que Ginés y sus amigos utilizaron para iniciar una pelea. Agredieron al joven del coche, de nombre Rubén, que había acudido a la sala de fiesta con dos amigos más y sus parejas. En un momento de la contienda, uno de los agresores esgrimió una navaja tipo mariposa, y fue entonces cuando Ra...

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La bronca empezó a las 4 de la madrugada del pasado domingo. Ginés G. C. vio a un tipo apoyado relajadamente en su viejo Opel Kadett frente a una discoteca ubicada en un polígono industrial de El Prat de Llobregat. Le afeó que tocara su coche, pero la advertencia no fue más que una “excusa”, según los Mossos, que Ginés y sus amigos utilizaron para iniciar una pelea. Agredieron al joven del coche, de nombre Rubén, que había acudido a la sala de fiesta con dos amigos más y sus parejas. En un momento de la contienda, uno de los agresores esgrimió una navaja tipo mariposa, y fue entonces cuando Raúl S., amigo de la víctima, dijo basta. Sacó la placa de identificación, se presentó como agente de los Mossos d’Esquadra, dijo que ni él ni el resto buscaban problemas y le conminó a dejar el arma.

Pero Antonio G., el chico que esgrimía la navaja, no se arredró; al contrario, la condición de mosso de su oponente le envalentonó. “A ti sí que te vamos a matar”, le dijo. Antonio, Ginés y el tercer agresor se dirigieron hacia el policía con gesto amenazante y, cuando éste tropezó, “comenzaron a golpearle con puños y patadas”, según el auto judicial que relata los hechos y al que ha accedido EL PAÍS. El mosso logró avisar al 112 y volvió a llamarles la atención. Los chicos le persiguieron de nuevo, pero Raúl corrió más rápido y se zafó de ellos. En su huida, sin embargo, vio cómo Ginés, fuera de sí, se giraba hacia el resto de sus amigos y propinaba un fuerte puñetazo en la cara a su mujer, que la hizo caer al suelo.

Las patrullas de los Mossos llegaron. Ginés se puso al volante de su Opel Kadett acompañado por los dos amigos. Un agente uniformado se acercó a su ventanilla para pedirle que no se marchase. Pero Ginés no iba a obedecer esa noche a ninguna autoridad. Arrancó e hirió al policía, al que estuvo a punto de atropellar. Comenzó entonces una persecución por las calles de El Prat. El Opel Kadett realizó una maniobra brusca para evitar a un coche patrulla y colisionó con otro vehículo de los Mossos, dejando a su vez a otro agente lesionado.

Aun herido, el policía salió del coche. También lo hizo Ginés “en estado agresivo”, según el relato de la juez. “Qué has hecho, hijo de puta”, espetó el hombre al mosso mientras se introducía una mano en el bolsillo. El policía, que había escuchado por la emisora que uno de los atacantes había enseñado un cuchillo, “tuvo que apuntarle con su arma reglamentaria e incluso disparar al aire para disuadirle e impedir que continuara acercándose”. Ginés, al fin, hincó la rodilla en el suelo y fue detenido junto a los dos amigos.

El resultado de esa noche de furia fueron seis heridos, entre ellos tres agentes de los Mossos. Todos los testigos coinciden en el relato salvo los tres detenidos, que dieron “versiones contradictorias entre sí” ante la juez, incluso sobre su presencia en el lugar de los hechos. La mujer del agente que intervino en primer lugar recibió un puñetazo “de tal intensidad y violencia” que la dejó inconsciente y “le fracturó el pómulo derecho”.

La Fiscalía pidió su ingreso en prisión provisional. Lo mismo hizo el sindicato USPAC, que representa a los agentes heridos. Pero la juez, aunque admite que los hechos son “graves” y “evidencian un nivel de peligrosidad considerable”, les dejó en libertad. Les ha prohibido, sin embargo, acercarse o comunicarse con las víctimas. USPAC considera “insuficiente” la medida cautelar, critica que la Generalitat no se persone en causas en las que hay mossos heridos y subraya que el sindicato se personará “las 24 horas del día, los 365 días del año”.

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