Se buscan productores; recompensa, 10.000 euros
Una inciativa de la Escuela de Cine de Madrid fomenta, con apoyo económico y formación, el rodaje de películas
Algunas historias no son fáciles de contar. Duele expresarlas oralmente; se enmarañan al escribirlas y se complican más al filmarlas. La inocencia es una de ellas. Dirigida por Lucía Alemany, la película cuenta qué le ocurre a Lis, una joven de 15 años, cuando descubre que está embarazada después de pasar todo el verano en el pueblo, viéndose con un chico. La historia es real: le pasó a la propia Alemany, que decidió que quería contarlo en forma de película.
“Teníamos 80% de la financiación asegurada y estábamos con el guion casi cerrado”, recuerda Lina Badenes, coproductora de...
Algunas historias no son fáciles de contar. Duele expresarlas oralmente; se enmarañan al escribirlas y se complican más al filmarlas. La inocencia es una de ellas. Dirigida por Lucía Alemany, la película cuenta qué le ocurre a Lis, una joven de 15 años, cuando descubre que está embarazada después de pasar todo el verano en el pueblo, viéndose con un chico. La historia es real: le pasó a la propia Alemany, que decidió que quería contarlo en forma de película.
“Teníamos 80% de la financiación asegurada y estábamos con el guion casi cerrado”, recuerda Lina Badenes, coproductora del filme. En ese momento se presentaron la convocatoria de La incubadora-The Screen de la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid (ECAM). Un total de 216 proyectos peleaban por cinco ayudas de 10.000 euros para productores emergentes, que incluían cuatro meses de mentorizacion, por parte de profesionales del sector, y mucho apoyo. La inocencia fue una de las ganadoras.
“Nos vino muy bien para arrancar el rodaje. Este tipo de iniciativas son imprescindibles para que muchos proyectos con categoría autoral —que no cumplen los requisitos comerciales— salgan adelante”, agrega Badenes, que espera estrenar La inocencia la primavera de 2019. El objetivo final de esta incubadora, además de apoyar el talento emergente y dinamizar el tejido audiovisual, es la producción de largos: “Sin productores, no hay películas”, dice la responsable del programa Gemma Vidal.
En la pasada convocatoria, se formaron cinco equipos, en total unas 12 o 15 personas, que estuvieron trabajando en proyectos de diferentes estilos (docu, drama, terror…). “Eso lo hace más enriquecedor todo. Además, el grupo congenió muy bien, se creó un ambiente muy familiar”, añade Vidal. También muy práctico, como recuerda Badenes. “Es como tener más compañeros de película: te ayudan a revisar un contrato, a conectarte con gente, se interesan por la evolución del proyecto…”, describe la productora que incluso pone nota a su experiencia: “Excelente todo”. “Los mentores no solo han sido muy generosos, sino que también se han implicado desde el primer momento”, agrega.
En la nueva edición de esta incubadora de talentos (el plazo para inscribirse acaba el 14 de octubre; debe presentarse a la convocatoria el productor que ostenta los derechos del guión), hay mentores de la talla de los directores Paco Plaza y Borja Cobeaga o productoras como Nahikari Ipiña, cofundadora de Sayaka Producciones. Ipiña que les va a orientar en búsqueda de financiación, en networking… “En definitiva, en anticiparles los problemas que les podrán surgir más adelante”, resume la productora. “A mí, me permite estar en contacto con gente que se está moviendo”, añade.
Saber qué se cuece. La propuesta es tan interesante y suculenta que todo el que esté involucrado en su primer, segundo o tercer largo, manda du proyecto. “Es una inciativa pionera que ha funcionado muy bien”, dicen desde la ECAM, que la describen como un “impulso al nuevo cine español”.