La fuerza de una voz
Gala de Angela Meade en la Programación Lírica de A Coruña
La Orquesta Sinfónica de Galicia se mostró como el gran instrumento operístico que es y Khan derrochó entusiasmo en su quehacer y simpatía en escena. Alguna clara imprecisión en entradas aquí o allá –especialmente en el Intermedio de Goyescas, de Enrique Granados, no enturbiaron seriamente su actuación.
Destacaron, como de costumbre, las intervenciones solistas: el oboe de Casey Hill, la flauta de Claudia Walker Moore, el clarinete de Juan Ferrer, la viola de Francisco Regozo, el violín de Wladímir Prjewalski, y los agregados, Miguel Jiménez al chelo, Silvia Rozas al piccolo y ...
Este sábado se ha celebrado la segunda actividad de la Programación Lírica de A Coruña, una gala lírica a cargo de Angela Meade, acompañada por la Orquesta Sinfónica de Galicia dirigida por Kamal Khan. El programa consistió en un total de seis intervenciones de la soprano estadounidense cada una de las cuales estuvo precedida por otra de la orquesta.
La voz de soprano de Meade se encuentra entre los límites de la de lírica y dramática, lo que le permite una notable expresividad, de la que ya tuvimos ocasión de gozar en A Coruña hace tres años en la “resurrección” de la Ermione de Rossini a cargo del inolvidable Alberto Zedda. De ello fueron especial prueba alguna de sus intervenciones como Pace, pace mio Dio, de La forza del destino de Verdi, o muy especialmente su O s’io potessi… de la belliniana Il pirata, con la que obtuvo un fortísima ovación del público coruñés.
El público había podido escuchar esa ópera apenas dos semanas antes, lo que no deja de ser una curiosa y extraña coincidencia. O más bien, una especie de autocontraprogramación poco comprensible en una asociación tan veterana como Amigos de la Ópera de A Coruña, con años y años de experiencia y buen hacer. La reacción del auditorio aumentó el calor de sus ovaciones con la primera obra fuera de programa, la siempre emotiva –y bien emocionante en la voz de Meade- Casta diva de la ópera Norma de Bellini.
La Orquesta Sinfónica de Galicia se mostró como el gran instrumento operístico que es y Khan derrochó entusiasmo en su quehacer y simpatía en escena. Alguna clara imprecisión en entradas aquí o allá –especialmente en el Intermedio de Goyescas, de Enrique Granados, no enturbiaron seriamente su actuación.
Destacaron, como de costumbre, las intervenciones solistas: el oboe de Casey Hill, la flauta de Claudia Walker Moore, el clarinete de Juan Ferrer, la viola de Francisco Regozo, el violín de Wladímir Prjewalski, y los agregados, Miguel Jiménez al chelo, Silvia Rozas al piccolo y Avelino Ferreira al corno inglés. Los metales, tan brillantes y redondos como es costumbre.