“Muchas exposiciones se hacen solo para la inauguración y el catálogo”

El historiador del arte alemán Marko Daniel (Aquisgrán, 1964) dirige la Fundación Joan Miró de Barcelona desde enero -ahora cumple cien días- tras ganar el concurso internacional convocado el año anterior para sustituir a Rosa Maria Malet al frente de este centro desde 1980. Antes era jefe de programas de la Tate Modern de Londres.

Pregunta: ¿Ha sido fácil el aterrizaje?

Respuesta: Es un proceso que continua. El trabajo de Rosa Maria ha sido magnífico. No hay otro ejemplo que conozca de una directora que haya guiado con tanta sabiduría una instit...

El historiador del arte alemán Marko Daniel (Aquisgrán, 1964) dirige la Fundación Joan Miró de Barcelona desde enero -ahora cumple cien días- tras ganar el concurso internacional convocado el año anterior para sustituir a Rosa Maria Malet al frente de este centro desde 1980. Antes era jefe de programas de la Tate Modern de Londres.

Pregunta: ¿Ha sido fácil el aterrizaje?

Respuesta: Es un proceso que continua. El trabajo de Rosa Maria ha sido magnífico. No hay otro ejemplo que conozca de una directora que haya guiado con tanta sabiduría una institución durante 37 años. Pero las cosas han cambiado y la institución y su patronato buscaban un candidato con una perspectiva internacional.

P: ¿Cómo valora la fundación?

R: Tenemos una situación privilegiada y estamos en un edificio que es un conjunto increíble de arquitectura y arte, obra de dos amigos, Josep Lluís Sert y Joan Miró, que lo hicieron juntos. Al entrar se entra en un espacio de serenidad, tranquilidad y luz y eso es algo muy especial. La gran diferencia con otros centros es la implicación del artista, la relación estrecha entre Miró y este lugar que hace que su obra se vea mejor aquí que en ningún otro sitio.

No somos una tienda de ‘fast food’ que ofrece cinco minutos de arte”

P: ¿No es una desventaja estar en Montjuïc?

R: Tiene sus retos. La gente tiene que venir aquí. Aquí no se se llega de paso, pero no somos una tienda de fast food en el centro que ofrece cinco minutos de arte.

P: ¿Considera que las cifras de visitantes son las correctas?

R: El número de visitante no es uno de mis objetivos. Sí la calidad de la visita. Lo más importante es que los que vengan tengan una experiencia de altísima calidad, una estimulación intelectual o emocional, o las dos cosas.

P: ¿Introducirá cambios en la colección permanente que se inauguró en abril de 2016?

R: Hay muchas visiones posibles de Miró. Esta es una válida y bien estudiada que refleja un conocimiento profundo de la obra y su historia. Pero hay otras visiones que van más al hecho de que Miró es un artista vivo y su obra tiene vigencia y relevancia para nosotros hoy. Exhibir la colección permanente de otra forma es uno de los retos para los próximos años.

P: ¿Hay que renovar la mirada sobre Miró?

R: Quiero que las obras de Miró, no solo sean reconocibles, sino que entren en diálogo entre ellas, que inspiren, provoquen dudas y preguntas. Este mismo año se han inaugurado dos exposiciones muy interesantes en el IVAM de Valencia y en el centro Botín de Santander y las dos presentan visiones nuevas y diferentes. Nuestro papel es colaborar con otras fundaciones y centros que trabajan con Miró para mejorar su visión.

Aumentar los visitantes no es mi objetivo, sí la calidad de la visita”

P: ¿Se conoce a Miró más fuera que aquí?

R: Desde fuera, Miró es uno de los grandes artistas del siglo XX, aquí hay que reivindicarlo aún.

P: Barcelona cuenta con tres grandes centros dedicados a artistas: Tapies, Picasso y Miró

R: No conozco otra ciudad que tengan tres instituciones así. Es excepcional y sorprende que las administraciones y el público no se aprovechen más de eso. Centros como estos, cómo el Macba o el MNAC, son los mejores para entender nuestra identidad.

P: Malet dejó cerrada esta temporada. ¿Nos sorprenderá en 2019?

R: Mi papel no es comisariar exposiciones; es definir las líneas estratégicas de la institución en el siglo XXI. Tengo que prestar mucha atención a cómo invitamos a los visitantes, cómo conversamos con nuestros públicos y dar una forma distinta de todo este conjunto. Las diferencias no solo se van a ver en los títulos de las exposiciones, también en cómo trabajamos con la programación.

P: Es lo que usted llama “exposiciones vivas”.

R: Sí

P: ¿Las anteriores eran “exposiciones muertas”?

Ser una fundación privada nos ha protegido y dado autonomía”

R: Hay poca gente que no estaría de acuerdo con esto. Hay que ser muy radical. Hay muchas exposiciones que se hacen para la inauguración y el catálogo y creo que esto no es nuestro papel. Somos una institución privada con vocación pública y eso nos obliga a demostrar con lo que hacemos que la fundación tiene una relevancia en nuestra sociedad.

P: Malet pidió un cambio del estatuto jurídico de la Fundación.

R: No es una prioridad. Nos ha servido mucho ser una fundación privada. Nos ha protegido y dado independencia y la autonomía, sobre todo en el primer momento cuando la creó Miró y esta forma y sigue teniendo vigencia.

P: Se autofinancian en un 75%.

R: Nos gustaría ver una mayor implicación de la administración pública. No es una reivindicación, porque somos conscientes de la presión que sufren ahora. La implicación hace referencia a la utilidad que nosotros, como uno de los mejores monográficos del mundo, podemos tener para la ciudad. Queremos potenciar nuestra visibilidad en la ciudad.

P: ¿Cuál es su mayor aspiración como director?

R: Tenemos una visión muy ambiciosa para el 50 aniversario que tendrá lugar en 2026, dentro de ocho años que serán muy cortos. Tenemos que trabajar mucho para conseguir esta visión ambiciosa de una integración perfecta entre la Fundación, la ciudad y el ámbito internacional y conseguir que a través de este trabajo la figura de Miró sea reconocida todavía más internacional y localmente.