Piano, baladas y fiestas para resistir la ‘reentré’

Mientras se normaliza Madrid, tras el parón de agosto, y llegan las fiestas que a cascoporro se van a celebrar por toda la periferia a lo largo de septiembre, vuelve a darse un fin de semana de transición con el punto de mira puesto en el próximo, que la ciudad volverá a acoger un macro festival de amplias magnitudes como el DCODE. Esta ilusión de sosiego, sirve, no obstante, para apreciar el enorme talento del gaditano Chano Domínguez, toda una institución del piano en España y que mejor ha revuelto géneros como el flamenco, la fusión, el ...

Mientras se normaliza Madrid, tras el parón de agosto, y llegan las fiestas que a cascoporro se van a celebrar por toda la periferia a lo largo de septiembre, vuelve a darse un fin de semana de transición con el punto de mira puesto en el próximo, que la ciudad volverá a acoger un macro festival de amplias magnitudes como el DCODE. Esta ilusión de sosiego, sirve, no obstante, para apreciar el enorme talento del gaditano Chano Domínguez, toda una institución del piano en España y que mejor ha revuelto géneros como el flamenco, la fusión, el jazz, la copla y el pop. Está este viernes en el Berlín, escenario que mañana acogerá a Cosmosoul, una de las bandas madrileñas más prolíficas del soul, liderado por la cantante de origen guineano Alana, hija del desaparecido compositor, guitarrista, percusionista y cantante Bidinte.

Asoman los macro conciertos de artistas muy comerciales, como el caso del actor y cantante mexicano Carlos Rivera. Sus baladas románticas sonarán mañana en el Palacio de Deportes para deleite de fans adolescentes que seguro que vivirán su primer concierto con él. Y asoman también esas fiestas de la periferia que animarán septiembre. En Aranjuez, con motivo de recordar su famoso motín, cuentan estos días con los veteranos Mägo de Oz, incombustibles e incansables al desaliento con su metal folk de evocaciones medievales, y las coplas rockeras de Rosario Flores, que en su reciente disco ha rendido homenaje a la grandeza de su madre, la sin par Lola Flores. Mientras, en las de Alcalá de Henares destaca entre toda su amplia programación, el flamenco grande de ese cantaor payo sin límites que se llama Miguel Poveda, palabras mayores.

Otro pianista de pulso firme pero de dedos juguetones es el argentino afincado en Madrid Federico Lechner. Con su trío pasará la noche del domingo en el Berlín juntando jazz y tango. Canciones reconocibles de Gardel, Goyeneche o Piazzola que con él suenan distintas.

En el Central han cambiado de formato. Ya no siempre repiten el mismo artista durante toda la semana, así que donde ayer terminó Carmen París, hoy y hasta el domingo estará The New Panamá Limited, el nuevo proyecto del bluesman Smiling Jack Smith, un viejo conocido de las noches madrileñas que junta ahora su guitarra y voz a la batería de Quique Villafañe, la tuba de David Herrington y la guitarra de David Gwyn, tres musicazos de amplio recorrido.

Otro de los clubes que ha mantenido viva la llama de la música en vivo en Madrid durante el tedio del verano, ha sido el Galileo Galilei, y en estos tres días acoge desde una banda multitudinaria, como a The Party, casi veinte músicos en escena para recrear conocidas piezas del soul, rock, blues y country de los años sesenta y setenta; a otra, como Metropop, experta en versionar viejo repertorio del pop ochentero español de artistas como Los Secretos, La Guardia, Nacha Pop y Mecano entre otros. También cuenta el domingo con GarCía, la banda del poeta rockero Santi García, una aproximación al nu folk desde la vibración eléctrica.