Anzo: el pintor del hombre sentado

A los diez años de su desaparición el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) expone por primera vez la obra de José Iranzo conocido artísticamente como Anzo (1931-2006). Como ha recordado el director del IVAM, José Miguel G. Cortes en la presentación de la muestra“en los casi treinta años de existencia del centro apenas ha figurado, salvo en alguna exposición colectiva”. Un olvido que ha calificado de “injusto a la vista de su significación en el panorama artístico valenciano y español”. La exposición está centra...

A los diez años de su desaparición el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) expone por primera vez la obra de José Iranzo conocido artísticamente como Anzo (1931-2006). Como ha recordado el director del IVAM, José Miguel G. Cortes en la presentación de la muestra“en los casi treinta años de existencia del centro apenas ha figurado, salvo en alguna exposición colectiva”. Un olvido que ha calificado de “injusto a la vista de su significación en el panorama artístico valenciano y español”. La exposición está centrada en las series Aislamientos (1967-1985) en la que el pintor trabajó a lo largo de los años sesenta y setenta de una forma casi obsesiva.

La figura de un hombre sentado, modelo del hombre-oficina encerrado en un mundo alienante y controlado se proyecta con fuerza en muchas de las composiciones. “Su pintura participa del debate intelectual que se produce en esos años en la denuncia de un mundo cada vez más mecanizado” indica el comisario de la exposición Joan Ramon Escrivá. “Aislamientos es un proyecto en el que Anzo aborda cuestiones como la soledad humana en una sociedad y un mundo que se presenta tecnificado y masificado”.

“La contemporaneidad de la obra-ha señalado Escrivá-ha sido clave a la hora de emprender el proyecto”. “Temas como la problemática de la alineación, de la incomunicación del ser humano se visualizan en su obra, anticipándose a futuros debates” indica el comisario. “No hay que olvidar que el desarrollo de la cibernética fue saludado como una de las mayores revoluciones tecnológicas, aunque junto a las voces que lo celebraban estaban también aquellas que mantenían una postura crítica y de denuncia como fue el caso de Anzo”. “En las artes plásticas españolas, a diferencia de la literatura donde esta temática encuentra gran eco, no es un tema protagonista o que suscite mucha curiosidad, por eso llama la atención este trabajo, por un lado tan visionario y al mismo tiempo, de una gran energía creativa”.

Considerado uno de los introductores del Pop Art en España, Anzo participa en las nuevas tendencias figurativas que se inician en la década de los sesenta con acento crítico y social, entre otros, el movimiento Estampa Popular de Valencia, para seguir más tarde su propio camino artístico. Una actitud que ha querido destacar el director del IVAM para reivindicar la función de los centros museísticos como espacios de estudio y reflexión frente a las grandes muestras ornamentales anunciadas a bombo y platillos. “La función del IVAM no es organizar exposiciones blockbusters sino investigar y poner en valor artistas que han permanecido al margen del discurso oficial”. “La figura de Anzo gozó de un gran reconocimiento crítico en la década de los sesenta, con una importante proyección internacional, para luego quedar injustamente olvidado”.

La exposición que se podrá a lo largo de los próximos meses ha contado con la colaboración de la Fundación Iranzo , una institución que dirige la hija del artista, Amparo Iranzo, que ha cedido una buena parte de las obras que se exponen expresando su deseo que “ la muestra sirva para que Anzo tenga por fin la visibilidad que se merece”.