Dos ‘mossos’ niegan ser los autores de la agresión a un activista el 12-O

Afrontan una petición de cinco años de cárcel por una agresión, pero el juicio se les ha puesto de cara. Dos agentes de los Mossos d’Esquadra acusados de pegar un antifascista durante una manifestación el 12 de octubre de 2012 negaron ayer ser los autores del golpe. Los antidisturbios no se reconocieron en las fotografías que existen de la agresión. Pero es que tampoco pudieron hacerlo la víctima ni los testigos del suceso: los policías llevaban el rostro tapado por el casco.

Miguel Ángel R. y Cristian J. negaron ser los autores de la agresión y alegaron que en el lugar de los hechos in...

Afrontan una petición de cinco años de cárcel por una agresión, pero el juicio se les ha puesto de cara. Dos agentes de los Mossos d’Esquadra acusados de pegar un antifascista durante una manifestación el 12 de octubre de 2012 negaron ayer ser los autores del golpe. Los antidisturbios no se reconocieron en las fotografías que existen de la agresión. Pero es que tampoco pudieron hacerlo la víctima ni los testigos del suceso: los policías llevaban el rostro tapado por el casco.

Miguel Ángel R. y Cristian J. negaron ser los autores de la agresión y alegaron que en el lugar de los hechos intervinieron una docena de agentes más. Ambos explicaron que trataban de proteger a un hombre que se dirigía hacia la plaza de Cataluña con una bandera española y acompañado por tres niños. Cuando atravesó la plaza Universitat, donde se celebraba una manifestación de antifascistas e independentistas, se produjo un forcejeo. Los mossos explicaron que usaron sus defensas para proteger al hombre, pero que solo golpearon a los manifestantes de forma reglamentaria, o sea, por debajo de la cintura.

Las fotografías del suceso muestran cómo dos agentes antidisturbios golpean en la cabeza y en las piernas a la víctima, Pau A., que sangra. Aunque no pudo identificarles, Pau describió la agresión: explicó que lo empujaron por la espalda, cayó al suelo, le abrieron la cabeza de un porrazo y estuvo a punto de perder la visión de un ojo. La Fiscalía relata que los policías “golpearon repetidamente” con las porras a la víctima y pide para ellos cinco años de cárcel por un delito de lesiones con la agravante de “abuso de autoridad”.