Una alternativa para Madrid

Comienza un nuevo curso cargado de incertidumbres. La ausencia de Gobierno está empezando a hacer pensar a muchos españoles que es posible vivir sin él y eso sin duda desgasta la ya maltrecha imagen de los políticos casi tanto como los escandalosos casos de corrupción vinculados a años de gobierno del PP con los que nos desayunamos cada mañana. Madrid no escapa a esa sensación de frustración. Tras las ilusiones despertadas por la nueva corporación, la herencia del PP, la falta de un proyecto político alternativo y las dificultades para gestionar lo cotidiano, están frustrando las esperanzas de...

Comienza un nuevo curso cargado de incertidumbres. La ausencia de Gobierno está empezando a hacer pensar a muchos españoles que es posible vivir sin él y eso sin duda desgasta la ya maltrecha imagen de los políticos casi tanto como los escandalosos casos de corrupción vinculados a años de gobierno del PP con los que nos desayunamos cada mañana. Madrid no escapa a esa sensación de frustración. Tras las ilusiones despertadas por la nueva corporación, la herencia del PP, la falta de un proyecto político alternativo y las dificultades para gestionar lo cotidiano, están frustrando las esperanzas de cambio de muchos madrileños.

Muchos problemas siguen enquistados. El día a día, y especialmente la llegada del verano y las fiestas populares, nos recuerdan que tenemos un problema sin resolver con la limpieza. Madrid no puede permitirse convivir con la suciedad actual hasta el 2021, año en el que finalizan los contratos firmados por Ana Botella. Si no se hace algo más que lo hecho hasta ahora, nada cambiará.

Pero también arrastramos la falta de compromiso con el empleo, la desigualdad entre nuestros barrios, la falta de servicios públicos esenciales, la falta de una política de igualdad ambiciosa, la ausencia de una política cultural coherente y tenemos un Plan General de Ordenación Urbana de 1997 diseñado para la especulación urbanística.

Es la herencia del PP, sí, pero también es consecuencia de la falta de proyecto y de capacidad de gestión demostrada por Ahora Madrid. Por ello, muchos de los mejores avances que los socialistas negociamos para los presupuestos 2016, siguen sin desarrollarse.

Madrid requiere un nuevo impulso que trasforme y mejore la vida de sus ciudadanos. Por eso ante el nuevo curso desde el Grupo Municipal Socialista queremos reeditar un compromiso con propuestas que recojan un proyecto de ciudad con el acento en la igualdad y la mejora de la calidad de vida de todos los madrileños, sin exclusiones. Un compromiso que debe recogerse en los Presupuestos. Desde la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, a un Plan de empleo pactado con empresarios y sindicatos, un Plan de Reindustrialización e Innovación, un plan de rehabilitación de vivienda, y por supuesto un Plan para la proyección cultural e internacional de nuestra ciudad, utilizando sus propios recursos como la lengua o el hecho de contar con algunos de los mejores museos del mundo.

Como también queremos que la igualdad de las mujeres y hombres forme parte de cada política, de cada proyecto que se haga en nuestra ciudad. Las madrileñas lo merecen. Como se merecen los y las jóvenes políticas para favorecer su emancipación frente a aquellas que les han expulsado a otros lugares para buscarse la vida.

Además, queremos iniciar el curso exigiendo la puesta en marcha de uno de los más importantes acuerdos del Pleno. Madrid requiere un mejor estatuto en España y en la Comunidad, por ese motivo debemos empezar a trabajar esa Ley autonómica de capitalidad que haga posible la proyección de Madrid y su importancia en la política nacional y autonómica, a la vez que aporte al Ayuntamiento mayor competencia y capacidad para gestionar los servicios públicos – desde los servicios sociales, el empleo, la cultura o el deporte -.

Para conseguir transformar Madrid y recuperar la ilusión de los madrileños necesitamos un compromiso de todas las fuerzas políticas en el Ayuntamiento. Es momento de diálogo, acuerdo y compromiso compartido por Madrid. Sabemos que el reto es difícil, puesto que tenemos una derecha más ocupada en buscar la confrontación que las soluciones, pero no cejaremos en nuestro empeño hasta conseguirlo.